Portugal: batalla electoral
La semana pasada, por decimotercera vez desde la caída de la dictadura en 1974, los portugueses acudieron a las urnas, en esta ocasión para elegir al nuevo presidente. Sin embargo, hecho el recuento, ninguno de los cinco candidatos obtuvo más del 50% de los votos, así que los dos primeros candidatos tendrán que enfrentarse de nuevo el 16 de febrero. Los portugueses tendrán que elegir entre dos hombres que mantienen puntos de vista políticos claramente diferentes. Uno es Diogo Freitas do Amaral, de 44 años, profesor de Derecho, una vez líder del Partido Demócrata Cristiano y ahora dirigente de la derecha en su país. Su oponente es Mario Soares, 61 años, por tres veces primer ministro socialista y el defensor de la izquierda.El resultado de las elecciones es importante no sólo porque el vencedor será el primer presidente civil de Portugal después de 60 años. En un país donde han existido 16 Gobiernos en los últimos doce años, la presidencia se ha convertido en un poderoso centro de continuidad política. Las elecciones se celebran con un telón de fondo de serios problemas económicos. Uno de los países más pobres de Europa occidental, Portugal, lucha actualmente con un 20% de inflación y un índice de desempleo del 11%. ( ... )
En la primera ronda de las elecciones, Freitas do Amaral fue el claro vencedor, al obtener más de 2,6 millones de votos, alrededor del 46% del total. Soares obtuvo sólo el 25%, 1,44 millones de votos. ( ... )
Los dos candidatos tienen diferentes personalidades y un pasado muy distinto. Mario Soares es un hombre emocional en sus acciones, que reacciona inmediatamente ante cualquier situación. Diogo Freitas do Amaral es frío, reservado, una persona analítica que estudia y sopesa cuidadosamente los méritos de una situación antes de tomar una decisión. Soares, producto de una familia de intelectuales de clase media, pasó los años sesenta y principios de los setenta entre la prisión y el exilio. Freitas do Amaral pertenece a una familia acaudalada, que mantuvo estrechos lazos con el anterior dictador Antonio Salazar, aunque el candidato nunca ocupó cargos públicos durante esos años.
Las elecciones presidenciales se han convertido en un debate entre aquellos que quieren mantener los ideales izquierdistas de la revolución de 1974 y aquellos que quieren volver a un sistema político y social más conservador. Freitas mantiene que le gustaría ver algunas compañías desnacionalizadas, incluidos los periódicos y las fábricas de cerveza. Soares sostiene que su derrota significaría el regreso de la derecha al poder.
, 10 de febrero
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