El VII Congreso de AP "marca el comienzo hacia la victoria en las elecciones", según Herrero de Miñón

Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón resultó aclamado ayer cuando, después de defender con ardor la ponencia política -aprobada por unanimidad en el VII Congreso de AP-, aseguró: "Esto merece el comienzo hacia la victoria en las elecciones". Esta ponencia ha sufrido profundas modificaciones desde su redacción inicial, principalmente en lo que se refería a los partidos coligados. Si en un principio Herrero escribió que tales partidos debían confluir en AP, la ponencia ayer aprobada se mostraba partidaria de las coaliciones, "pero valorando fríamente sus aportaciones y sin integraciones forzadas".

Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón subió al estrado para defender su ponencia política con todos los compromisarios puestos en pie brindándole un cerrado aplauso. En un tono mitinero -reconoció que este congreso da la señal de salida a la campaña electoral de AP- se felicitó implícitamente porque AP sea desde hace dos años un partido con ideología liberal y con vocación de ocupar el espacio de centro, postulados que él defendió fructuosamente en el congreso anterior, celebrado en Barcelona hace dos años."Después de haber construido y democratizado el partido como ningún otro en España, os propongo ir a la victoria", dijo Herrero. "A España le conviene que ganemos, y os aseguro que es posible".

Trazó a continuación las líneas generales de lo que, a su juicio, necesita esta país, en un avance de programa electoral, en contraposición a la política que actualmente desarrolla el PSOE. Libertad frente a "tentación totalitaria" fue la síntesis de este capítulo.

Olvidado ya el primer borrador de esta ponencia, en el que proponía la pura y simple integración en AP de los partidos coligados, tan sólo haría una alusión final a este capítulo, ahora muy conciliador con sus principales socios, PDP y PL. Herrero, no obstante, recalcó que "no es la piedra angular del centro dueña de ese espacio irrenunciable", que extendería a "todo lo que hay a la derecha del PSOE". "A la hora de estudiar las coaliciones hay que valorar fríamente sus aportaciones y tener en cuenta la razón política, tan reacia a integraciones forzadas o a tolerar ingenuas sumisiones", adivirtió. La ponencia final no hace referencia alguna a los partidos nacionalistas que, en una primera versión, se consideraron fuerzas con las que no convenía pactar.

"El referéndum divide"

Carlos Robles Piquer y Luis Guillermo Perinat defendieron horas antes la ponencia de política exterior y defensa, con un largo apartado referido a la OTAN. "El referéndum divide a los españoles y lo hace sin necesidad y con grave riesgo, porque pone en peligro lo que parece defender", dijo Robles Piquer. En posteriores declaraciones, Guillermo Kirkpatrick aclaró que AP propugnaba la abstención en el próximo referéndum: Si participáramos quedaríamos con las manos atadas para el futuro. La participación nos obligaría en el futuro a aceptar las fórmulas inaceptables de la presencia de Espafía en la OTAN", dijo Kirkpatrick. Este responsable aliancista recordó que su modelo de integración pasa por la pertenencia al mando militar integrado.Las restantes ponencias presentadas al congreso experimentaron escasas modificaciones -tan sólo la ponencia de estatutos, debatida el viernes, fue profusamente enmendada-. La ponencia de política social, defendida por Fernando Suárez, fue, junto con la de Herrero, la más aplaudida. En ella, Suárez se muestra partidario de una Seguridad Social pública, "aunque compatible con la gestión privada en ciertos aspectos". "Nosotros, cuando estemos en el Gobierno, rebajaremos el gasto público antes que recortar las pensiones", dijo.

Rodrigo Rato, defensor de la ponencia económica, opinó que "España tiene, con este Gobierno, los peores resultados económicos de Occidente". Las escasas enmiendas presentadas a las ponencias permitieron que fueran debatidas en un tiempo récord y con apenas fricciones. Sin embargo, algunas posiciones aisladas, como la del miembro del ejecutivo de AP Luis Olarra, quien declaró que habría que renegociar los pactos de la Coalición Popular, causaron ayer no poca irritación entre los dirigentes aliancistas.