El Banco Exterior obtuvo unos beneficios de 5.979 millones de pesetas en 1985

El Banco Exterior de España obtuvo en el ejercicio de 1985 unos beneficios antes de impuestos de 5.979 millones de pesetas, lo que supone un incremento del 16% sobre los 5.156 millones del año anterior, según manifestó ayer el presidente de la entidad, Miguel Boyer Salvador.

De dicha cifra se destinarán 1.063 millones al pago de impuestos, 1.730 a reservas voluntarias y 3.186 al reparto de dividendo, lo que equivale a retribuir 85 pesetas por acción, cantidad igual a la de 1984. Los accionistas, no obstante, reciben una rentabilidad mayor como consecuencia de la ampliación de capital realizada durante 1985 con un descuento sobre el pago.Los recursos generados por el Banco Exterior de España durante el pasado ejercicio ascendieron a 34.701 millones de pesetas, cifra ligeramente inferior a la correspondiente a 1984. Este descenso se explica, según los expertos de la entidad, por el importante descenso de los ingresos por diferencia de tipos de cambios en las operaciones de crédito a la exportación, que hasta 1983 supusieron cantidades cercanas a los 20.000 millones de pesetas y que en 1985 bajaron hasta 7.000 millones.

La disminución de estos ingresos se ha compensado por los mayores resultados obtenidos en la actividad comercial típica y el aumento del diferencial de intermediación de los fondos públicos para las operaciones de crédito a la exportación. Las provisiones para saneamiento de créditos y valores tendrán unas dotaciones de 23.654 millones de pesetas, cifra que es un 8,9% inferior a la dedicada en el ejercicio precedente.

El Banco Exterior tiene constituido un fondo de pensiones para sus empleados por valor de 6.856 millones, con una rentabilidad media del 10% que es suficiente, según los estudios actuariales, para garantizar todos los pagos de las pensiones efectivamente encausadas hasta finales del pasado ejercicio.

El presidente del Exterior puso especial énfasis en el capítulo de provisiones por riesgo-país, destacando que los fondos destinados han crecido de los 12.761 millones de pesetas de finales de 1984 hasta 21.498 millones de pesetas un año después, lo que significa una cobertura del 10% del total del riesgo que se tiene en estas operaciones, y que se cifra en algo más de 211.000 millones de pesetas. La información facilitada por Miguel Boyer en este capítulo especifica el total de riesgos y de provisiones, que se mantienen en cada uno de los grupos que clasifican a los distintos países en dificultades. El volumen de la cobertura de riesgo-país del Banco Exterior es de los más elevados de la banca nacional y se encuentra muy por encima del que mantienen bancos de otros países industriales.

Cambio de estrategia

Miguel Boyer explicó que el Banco Exterior necesita variar su estrategia a largo plazo si quiere seguir manteniendo la posición que ocupa dentro del sistema financiero español, y que para ello es imprescindible dedicar una mayor atención a la banca al por menor, dado que de otra forma no se mantendría en pie el mantenimiento de las 400 oficinas que tiene la entidad en toda España. Ello no significará, señaló, dejar la fuerte presencia en la financiación de exportaciones -el Exterior cubre el 60% de todos estos créditos- y la banca de empresas, tradicionalmente en operaciones con empresas públicas, donde el Banco Exterior ha sido banquero de muchos de ellos.El ex ministro de Economía destacó que a su juicio el ejercicio que ahora acaba de terminar ha sido bueno porque la rentabilidad de los préstamos y créditos ha caído menos de lo que lo ha hecho el coste del pasivo bancario y porque se han recuperado muchas provisiones para morosos y fallidos, que definitivamente han empezado a pagar. El ejercicio actual presenta algunos síntomas de preocupación, especialmente por la posible salida de dinero colocado en pagarés bancarios hacia pagarés del Tesoro, lo que podría producir problemas transitorios de reducción del crédito al sector privado, aunque a medio plazo ese dinero deberá volver al sistema financiero.