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Los españoles aspiran a tener dos hijos, según una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas

La natalidad ha descendido de manera abrupta en los últimos 10 años. La tasa actual, alrededor del 12,6 por 1.000 habitantes, es similar a la europea, pero no era así en 1974, año en que España se destacaba con una tasa de] 19,56 por 1.000 habitantes. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) acaba de publicar una encuesta de opinión que recoge las razones de los españoles para tener menos hijos. La pareja española se parece cada vez más a la europea, acercándose paulatinamente a una tasa de natalidad alrededor de 10 nacimientos por 1.000 habitantes, o sea, él crecimiento cero, o lo que es lo mismo, dos hijos por pareja. Un descenso vertiginoso que se inició en 1977.

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España ha abandonado, en sólo una década, el minoritario grupo de países europeos que, como Islandia, Malta e Irlanda, mantienen una alta natalidad frente a la tónica general europea de fecundidad decreciente. La edad ideal para casarse, según la población encuestada por el CIS (entre 16 y 65 años), es de 26,3 años para el hombre y 23,72 para la mujer, aunque hay una tendencia a retrasar esta cronología entre universitarios y población de altos ingresos. La edad real de los encuestados casados coincide con la ideal: 26,6 años para el hombre y 23,3 para la mujer.

En Suecia y Estados Unidos, la inclinación a posponer el matrimonio es más acusada, "pero por otros motivos: suele haber una convivencia anterior y un matrimonio posterior a los 30 años por razones pragmáticas. Este hecho no contradice la idea general de que hay una edad apropiada para contraer matrimonio, y que, pasa dos los 30 años, casarse es raro si no se trata de un segundo matrimonio", explica Rosa Conde, di rectora del CIS. Los encuestados confirman el estereotipo social de que la mujer debe ser más joven que el hombre con el que convive. El número de hijos ideal por pareja para los encuestados es de 2,3, pero los que ya son padres afirman tener en realidad una media de 2,6. Pese a la cercanía entre el deseo y la realidad que expresan las cifras, subsiste la opinión de que se tienen más hijos de los que se piensa. No obstante, el demógrafo Joaquín Arango matiza que "es posible que el número efectivo de hijos sea menor que el deseado, ya que hay un sector que pospone su paternidad". La tasa de reproducción (número de hijos por pareja) se estima en 2,1, a un paso del crecimiento cero.

Retrasar el segundo hijo

Un 62% de los encuestados cree que es mejor dejar pasar un tiempo después de casarse antes de tener el primer hijo, "lo que supone un cambio de comportamiento más cercano a Europa", interpreta Rosa Conde. "La tradición española era tener el primer hijo en seguida, y eso está cambiando". La introducción de intervalos entre el primero y el segundo hijo tambien se refleja en las respuestas. Asimismo se considera que la mujer debería tener su último hijo a los 36,7 años, aunque el tope medio entre los encuestados se cifra en 37 años.

"Los resultados de la encuesta ofrecen un tipo de sociedad más racionalista que las anteriores precisa la socióloga, "especialmente entre las parejas menores de 35 años". Para Rosa Conde, la crisis económica modifica las previsiones de paternidad o las retrasa, "pero no altera los planteamientos individuales".

El demógrafo Joaquín Arango cree que la voluntad de espaciar y disminuir los hijos obedece a causas más profundas, entre las que destaca "la secularización radical que ha experimentado la sociedad española en la última década", aunque sin excluir la incorporación de la mujer al trabajo y la generalización del uso de anticonceptivos.

El 62% de los encuestados por el CIS confiesa que nunca sigue las indicaciones de la Iglesia en este tema. De ellos, el 36% se define practicante, lo que no parece influir en su comportamiento. Pero la ideología y la situación económica cuentan en estos temas: los no creyentes tienen menos hijos que los creyentes; los de izquierda son menos fecundos que los de derecha, y los de clase alta o culta son también menos prolíficos que los de clase baja y con escasos estudios.

La moda de tener un hijo en las postrimerías de la treintena entre mujeres que no quisieron tenerlos antes, "tiene un valor sociológico, pero no estadístico", según Rosa Conde.

Un 57% de los encuestados estima positiva la caída de la natalidad en España, y un 65% cree que el descenso va a continuar y que no es algo coyuntural. Esta última' opinión es compartida por Joaquín Arango: "No parece previsible un cambio contrario, aunque tampoco es probable que el descenso siga siendo tan pronunciado como hasta ahora".

Según Arango, "llegarernos próximamente a una estabilización, e incluso a alguna pequeña remontada, pero muy relativa". La sociedad española no ha finalizado aún su proceso de metamorfosis, pero "disponemos ya de datos muy chocantes: las provincias con más baja natalidad son Orense, Cuenca, León, Zamora y Soria, tradicionalmente rurales, y en las que problablemente se esté produciendo un envejecimiento de la población". Madrid muestra una natalidad comparativamente alta, "mientras que Guipúzcoa y Vizcaya están en crecimiento cero, quizás a causa de la convulsión social que vive el País Vasco".

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