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Ziluaga e Idígoras afirman que fueron expulsados de Ecuador al interesarse por 'etarras' deportados

El eco alcanzado por sus gestiones ante el episcopado ecuatoriano y diversos organismos relacionados con la defensa de los derechos humanos fue la verdadera causa de la expulsión de dicho país latinoamericano de los dirigentes de Herri Batasuna Txomin Ziluaga y Jon Idígoras, según la versión que ambos ofrecieron en una conferencia de prensa ayer en Bilbao. Los dos dirigentes abertzales, con sus correspondientes pasaportes españoles y documentos acreditativos de su condición de miembros del Parlamento vasco, se desplazaron el pasado día 22 a Ecuador con el fin de interesarse por la situación personal y jurídica de Miguel Ángel Aldana y Alfonso Etxegaray, miembros de ETA deportados por las autoridades francesas a dicho país.

Según la versión ofrecida en su día por la coalición abertzale, ambos etarras fueron torturados por policías españoles desplazados a Quito con el fin de obtener de ellos revelaciones que pudieran permitir la localización de la lonja donde permanecía retenido Juan Pedro Guzmán, el industrial secuestrado por ETA a finales de diciembre y que fue liberado en aquel lugar.Idígoras y Ziluaga desmintieron cualquier otra versión sobre el objetivo de su viaje, y singularmente la ofrecida por la Embajada de Ecuador en Madrid en la que se hacía referencia a documentaciones falsas, contactos con grupos guerrilleros locales, posesión, de propaganda subversiva, y otras acusaciones.

Los dos dirigentes de HB mostraron sus pasaportes a los informadores, así como las facturas del hotel de Quito en que se hospedaron para acreditar que nunca ocultaron su verdadera identidad.

Tres obispos, interesados

Sus gestiones se orientaron en primer lugar hacia la jerarquía eclesiástica. Portadores de una carta de presentación redactada por el obispo de San Sebastián, José María Setién, lograron ponerse en contacto con monseñor Echeverría, obispo de Guayaquil, y a través de él con el obispo y el arzobispo de Quito, monseñores Orellana y González, respectivamente, todos los cuales, según Idígoras, se mostraron interesados por el problema planteado.Los dos vascos se entrevistaron también con representantes de entidades humanitarias, y singularmente con la comisión ecuménica y la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos.

Esos contactos estaban a punto de franquearles el acceso al Gobierno ecuatoriano (monseñor. Echeverría es amigo personal del presidente de la República, León Febres Cordero, y el responsable de la citada asociación latinoamericana es a la vez dirigente del primer partido de la oposición, Izquierda Democrática, de orientación socialdemócrata) cuando fueron detenidos por agentes de la policía ecuatoriana de migración.

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Viaje turístico

Según él relato de Idígoras, las condiciones en lasque se produjo su detención -abordado en plena calle por cuatro desconocidos que le obligaron a subir a un vehículo sin identificación especial- le hicieron temer que pudiera tratarse de un intento de hacerle desaparecer.El posterior interrogatorio, así como el extraño comportamiento de los agentes en el aeropuerto (demorando deliberadamente su partida mientras despegaban los aviones en que previamente les habían anunciando que saldrían), aumentó esa inquietud. Finalmente, el día 3 1, y tras ser advertidos de que ho eran expulsados, sino que voluntariamente emprendían un viaje a Colombia "como turistas", Idígoras y Ziluaga fueron embarcados en un avión con destino a Bogotá, desde donde regresaron a Europa.

Los dos dirigentes aberizales lograron entrevistarse brevemente, en un edificio eclesiástico y en presencia de varios policías, con los deportados Etxegaray y Aldana, los cuales, según la versión de los dos parlamentarios vascos, habrían confirmado la hipótesis de su interrogatorio bajo tortura a manos de agentes españoles. Como consecuencia de esas torturas, Aldana habría tenido que ser hospitalizado para extirparle un tumor producido, según dicen que les precisó Ziluaga, por la aplicación de electrodos.

En su opinión, por lo demás, la detención y posterior expulsión fue debida a que sectores ultras del Gobierno ecuatoriano, probablemente relacionados con el Ministerio del Interior de dicho país, tuvieran conocimiento de que los dos dirigentes de HB estaban a punto de conseguir una entrevista con personalidades del mismo Gobierno de orientación menos represiva.

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