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4.000 profesionales se dan cita, en Cannes, en el Mercado Internacional del Disco

El Mercado Internacional del Disco y de la Edición Musical (MIDEM), que celebra este año en Cannes (Francia) su vigésimo aniversario, se inauguró ayer y estará abierto hasta el 31 de enero. Autores, artistas, productores, directores de compañías y comentaristas musicales europeos -los organizadores calculan que han acudido unos 4.000 profesionales- están reunidos en esta ciudad de la Costa Azul para negociar, discutir, comentar u observar el presente y el futuro de la industria del disco, que sufre actualmente una crisis notable.El descenso de ventas de discos y casetes, el crecimiento de la palabra inglesa en las producciones, el perjuicio de la edición sobre la música en vivo, son aspectos reales de la música actual que las distintas partes de la industria habrán de analizar, junto a la aparición y desarrollo de nuevas formas de difusión, como el videodisco.

A las 11.30 de ayer, la alcaldesa de Cannes, Anne Marie Dupuy, inauguró las jornadas del MIDEM y recorrió -junto a Bernard Chevryd, comisario general-organizador-, algunos de los puestos instalados en este simposio de la industria discográfica.

Hay compañías y distribuidoras de diferentes estilos y países, pero existe un apartado especial para la música clásica. Se exhiben novedades del mercado del sonido y de la imagen, como el sintetizador New Fairlight con ordenador o el video-box para locales comerciales con sistema de videodisco.

La población de Cannes vive muy cerca el desarrollo de los actos y exposiciones que aquí se celebran. Numerosos locales comerciales exhiben en sus escaparates portadas de discos.

La gala de apertura se celebró el domingo en el auditorio del Palacio de Festivales de Cannes y consistió en la entrega de trofeos, en dos sesiones de tarde y noche, a las mejores canciones europeas de 1985, según el criterio común y comercial de las secciones discográficas que intervienen.

La gala que terminó con un extraño incidente. Mark Reilly, el cantante solista que queda del trío Matt Bianco, se dispuso a recibir el trofeo y, entonces, el pianista del grupo incipiente Fine Young Cannibals derramó un yogur sobre la figura elegante del intérprete, quien, instantáneamente, respondió con una patada y un gancho de su puño derecho, que no alcanzaron el cuerpo del bromista.

Todos los demás artistas que estaban también en el escenario quedaron tan sorprendidos como el público que llenaba el recinto en la segunda celebración, la nocturna.

Las actuaciones con fondo sonoro grabado incluyeron a Mai-Tai, John Parr, Matt Bianco, Fine Young Cannibals, Jeanne Mas, Opus y Jennifer Rush, y acabaron con un incidente extraño y violento. Mark Reilly fue el ganador en la votación entre los propios artistas competidores.

La entrega de premios se emitió por televisión, a través de Eurovisión, a los distintos países europeos, en directo o en diferido. TVE sólo ofrecerá en el programa Tocata las interpretaciones simuladas del par de temas que cada solista o grupo presentó.

Désirée Nousbuch, de 20 años, y que en Francia es muy popular, fue la presentadora para este repertorio, y compartió la donación de los premios con un mago cuyos trucos poco originales causaron risas en algunos momentos. Fue una muestra sencillamente comercial -que bien se puede comparar al programa Tocata, en lo que éste tiene de escaparate de novedades muy pegadizas del mercado discográfico- en la que predominaron las sonrisas, las poses y saludos artificiales nada espontáneos, que chocaron bruscamente con los incidentes mencionados.

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