En memoria de Tierno Galván

Se ha dicho que los madrileños hemos gozado, durante los últimos seis años, de un lujo inestimable. Tal lujo no ha sido otro que tener al frente del Ayuntamiento de nuestra ciudad a don Enrique Tierno Galván. Es imposible en cuatro líneas glosar la vida de este hombre ni su última etapa municipal; pero bastará decir que siempre ha mantenido una línea de coherencia personal difícil de igualar.En esta hora, amarga para todos los madrileños, tanto de nacimiento como de adopción, no han de faltar palabras ni actos de homenaje a la memoria del viejo profesor, y tales homenajes deberían de cristalizar en uno de carácter material.

En el último artículo de don Enrique, en el semanario municipal Villa de Madrid, afirma el alcalde que "Atocha puede ser una plaza extraordinaria, y lo va a ser". Es muy triste que nuestro alcalde no haya visto terminado lo que él mismo denominó "cuento de hadas", pero sería un gran homenaje hacia su persona el acelerar la terminación de la reforma de la plaza. Y ya que sería improcedente cambiar la plaza el nombre de Atocha, tan arraigado entre los madrileños, para denominarla "Tierno Galván", no estaría de más recordar en ella, por medio de alguna placa o monumento, que fue una de las obrs más queridas por nuestro alcalde, al tiempo de perpetuar el recuerdo del mejor alcalde de la historia de nuestro Madrid-