Fernández Albor se somete a la investidura sin tener asegurados los votos necesarios
El candidato de Coalición Popular a la presidencia de la Xunta, Gerardo Fernández Albor, pronunciará a partir de las once de la mañana de hoy su discurso de investidura en el Parlamento autónomo. Anoche no tenía plenamente garantizado el respaldo necesario para conleguir su reelección al frente del Gobierno de Galicia. A última hora de ayer, después de una reunión del grupo parlamentario de Coalición Popular, ésta hizo entrega a los dirigentes de Coalición Galega (CG) de la contestación a las condiciones puestas por los reformistas para facilitar la reelección de Albor. Coalición Galega anunció que hoy comunicará su respuesta.
Las condiciones requeridas por Coalición Galega para facilitar su elección no fueron aceptadas totalmente por los presidentes de las cuatro diputaciones, que a primeras horas de la tarde de ayer mantuvieron una reunión con el propio Fernández Albor, José Luis Barreiro, secretario regional de AP, Javier Suárez Vence, conselleiro en funciones de Sanidad y José Manuel Páramo Neira, líder del Partido Liberal gallego.Lo que en definitiva solicitan los socios gallegos del Partido Reformista, que lidera Miquel Roca, es el control parlamentario de la actuación de las corporaciones provinciales, con el fin de corregir sus inversiones en los ayuntamientos, compensando a los que hasta ahora fueron, en opinión de CG, marginados.
Por ello exigen la elaboración de un estudio que comprenda todas las inversiones hechas por la Xunta y las diputaciones en los municipios desde 1983 para, así, corregir el denunciado clientelismo.
Coalición Galega reclama "garantías suficientes" para el cumplimiento de los fines de coordinación de las actividades y presupuestos de los gobiernos provinciales con el de la Xunta y de respeto a la autonomía local. Consideran que estas exigencias serían satisfechas si los presidentes de las diputaciones se comprometiesen con su firma en este objetivo.
Los cuatro presidentes provinciales, después de la citada reunión, se manifestaron favorables a la aprobación de una ley de coordinación de las diputaciones. Pero se negaron a firmar lo propuesto por Coalición Galega, al entender que debía ser objeto de ratificación por los respectivos plenos. "Aunque quisiéramos", dijo Enrique Marfany, presidente de la diputación coruñesa y líder regional del PDP, "no podríamos firmar porque representamos a toda una institución. Y mi voluntad no es la de la diputación que presido. La pretensión de Coalición Galega es, en mi entender, de imposible cumplimiento".
Los restantes presidentes -Francisco Cacharro Pardo, de Lugo; Victorino Núñez, Orense y Mariano Rajoy, Pontevedra- respaldaron estas manifestaciones. Rajoy añadió que no se podía mezclar las diputaciones con la investidura. "Yo no firmaré nada al respecto", aseguró.
Ayer por la mañana, la diputación coruñesa aprobó sus presupuestos ordinario y extraordinarios para 1986, al margen de cualquier pacto para la elección del presidente de la Xunta. El secretario general de Coalición Galega, Xosé Rodríguez Peña, se preguntaba cómo pueden los cuatro presidentes provinciales hablar de ley de coordinación de diputaciones si no dan las suficientes garantías y citó el acuerdo tomado por la corporación de La Coruña.
Ante la actitud de los presidentes de las diputaciones, cobra mayores posibilidades la formación del llamado gobiemo de progreso, propuesto por socialistas y nacionalistas, para el que necesitan la participación de los reformistas gallegos. Rodríguez Peña declaraba ayer por la tarde que su partido estaba abierto a "todo lo que contribuya a resolver el grave problema de una Galicia sin Gobierno". La decisión a favor de la propuesta del PSOE y del PSG-Esquerda Galega corresponde al consello político de Coalición Galega.
