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La huelga de Corberó divide a las empresas del grupo, según UGT

La Federación del Metal de la UGT de Cataluña manifestó ayer que "no existe ninguna posibilidad de que las empresas del grupo Painsa -Corberá, Domar y Nueva Brú- puedan sobrevivir sin acogerse al marco de la Reconversión de la línea blanca". En un comunicado, UGT señala que "cualquier acción que se aborde de forma unilateral como las que está realizando el comité de Corberó no contribuyen a buscar una salida al sector, sino que al contrario, conducen a una innecesaria división del grupo".

A propuesta del comité de empresa -con mayoría de CC OO-, los 1.309 trabajadores de Corberó permanecen desde el pasado martes en huelga indefinida, y unos 100 de ellos protagonizan un encierro en las dependencias municipales de Esplugues y Sant Andreu de la Barca.

El plan de reconversión presentado por el grupo Painsa prevé el despido de 1.209 trabajadores -de una plantilla total de 2.400, además del cierre de la factoría de Nueva Bru de Viladecans y la cancelación de la producción de la línea de frío en la planta de Corberó de Esplugues.

La posición de los trabajadores de Corberó, manifestada ayer en un comunicado, es la de "mantener toda la gama de productos actualmente fabricados, como garantía de pervivencia del grupo a medio y largo plazo; un tratamiento igual, por parte de la Administración central, al de los otros grupos en reconversión -ULGOR, en el País Vasco; y BALAY, en Navarra-, y una aportación de inversiones de la Generalitat para la línea blanca de Cataluña".

Intento de salvar Nueva Bru

La Federación del Metal de la UGT insiste en la necesidad de mantener las negociaciones iniciadas entre la dirección del grupo Painsa y las centrales sindicales en las que se ha llegado a contemplar la posibilidad de no cerrar Nueva Bru". UGT considera "no agotado el proceso de negociación", y se reafirma "en continuar el mismo con el objetivo de lograr un acuerdo que dentro del marco de la reconversión sea satisfactorio para los trabajadores".Desde 1980, el coste social de la reconversión de la línea blanca ha significado para Cataluña la pérdida de 2.260 puestos de trabajo: 367 de Crolls y 300 de Benavent, lo que significó el cierre definitivo de estas dos empresas; 620 de Bru; 673 de Corberó; 100 de Segad y 100 de Domar.

En el nuevo plan de reconversión se pretenden reducir otros 480 puestos de trabajo en Nueva Bru; 488 en Corberó; 241 en Domar y 100 en Segad, con lo que el coste social de la reconversión significaría el 70% del total de la plantilla del sector.

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