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Pau Faner

El ganador del Nadal 1986 tiene en su haber otros siete premios literarios

La noche del Día de Reyes, Pau Faner obtuvo su octavo premio literario, el Nadal de literatura, con la novela Flor de sal, una historia del siglo XVIII ambientada en una Menorca en la que compiten ingleses, franceses y españoles. La idea de esta obra, en cuya elaboración ha empleado Faner un año de trabajo, se la dio uno de los jurados del Premio Josep Pla, Joaquím Molas. Pau Faner, doctor en Filología Románica y profesor de inglés en un instituto menorquín, es autor de una quincena de libros. La mayor parte de su obra está hecha en catalán, aunque desde hace un año escribe también en castellano.

Cuando era estudiante, según él mismo cuenta, sólo se le daban bien las redacciones, hasta el punto de que el profesor de literatura que tuvo en el curso preuniversitario le auguró la pronta publicación de alguna obra de creación. No tardó mucho en publicarla: en 1972, siendo estudiante de Filología románica en la universidad de Barcelona, Faner publicó un primer libro de narraciones, Contes menorquíns, y ese mismo año obtuvo el premio literario Ciutat de Palma con la novela La'arcàngel, una obra que sin embargo tardó dos años en ver publicada, pues la censura, en una primera lectura, la consideró demasiado erótica para la España de la época. Al cabo de unos meses de este veredicto la obra volvió a ser presentada al censor y pasó sin apenas dificultades: "Me hicieron modificar algunas frases", afirma Faner, "supongo que para poder decir que la habían leído".Tras ese primer arribo a la literatura pública, Faner termina sus estudios de licenciatura y, simultáneamente, en 1975, gana el premio Sant Jordi de novela catalana con Un regne per a mi, obra que obtendría, en 1977, el Premio Nacional de la Crítica. Ha obtenido también el premio Víctor Català para narraciones, con Lady Valentine, y el Josep Pla -que se falla en la misma velada del Nadal- con Fins al cel, ambos en 1983. Un año más tarde, esta última obra sería galardonada con el Joan Creixells.

A pesar de todo, Pau Faner no vive de la literatura sino de la ensañanza. Apenas acabada la carrera ganó la plaza de profesor de inglés, cargo que desempeña en un instituto menorquín. "Opté por el inglés porque había una plaza vacante en Menorca y porque desde siempre me han gustado las lenguas, para las que tengo cierta facilidad. Con el tiempo me he dado cuenta de que es preferible impartir esta asignatura a las estrictamente literarias porque es más participativa". Ahora está a la espera de que se le conceda el acceso a catedrático porque no quiere verse afectado por la norma que obliga a los agregados a dar otras asignaturas. Su aspiración es vivir tranquilo. Si pudiera escribir únicamente, mejor; si no, se conforma con la situación actual, que le permite -dice- escribir con tranquilidad. Mientras esperaba el premio para Flor de sal, novela de la que ha recibido elogios especialmente agradecidos por él de Antoni Vilanova, miembro del jurado y antes profesor suyo, Faner ha terminado una biografla novelada de Fernando Rubió i Todorí (escrita en castellano y vertida por él mismo al catalán), un libro de narraciones y ha preparado otra novela. Su obra catalana no ha sido traducida al castellano y, llegado el caso, preferiría que lo hiciera otro, porque "uno piensa la obra en una lengua y traducirla es como volverla a crear".

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