El Gobierno afirma que la tensión en Oriente Próximo no afectará al establecimiento de relaciones con Israel

El aumento de la tensión en Oriente Próximo no afectará a la idea de establecer relaciones diplomáticas plenas con Israel, según coincidieron en manifestar fuentes de la Presidencia del Gobierno y del Ministerio de Asuntos Exteriores consultadas por este diario. Sin embargo, las expectativas de que el intercambio de embajadores ocurra este mismo mes -según preveían a finales de 1985 cualificadas fuentes diplomáticas- parecen irse desvaneciendo. Fuentes de Presidencia y Exteriores coincidían también ayer en considerar que este tema será tratado por el ministro de Defensa, Narcís Serra, en la visita que hoy inicia a Egipto.

La visita de Serra a Egipto toma especial interés debido al incremento de la tensión en Oriente Próximo después de los atentados terroristas palestinos en los aeropuertos de Roma y Viena, que han dado lugar a amenazas entre Libia, de un lado, y Estados Unidos e Israel, del otro.Según coincidieron ayer en afirmar cualificadas fuentes de la Presidencia del Gobierno y del Ministerio de Asuntos Exteriores español, este incremento de la tensión no dará lugar a ninguna alteración del calendario previsto para el intercambio de embajadores. Oficialmente, el Gobierno español se ha comprometido a entablar relaciones plenas con Israel -siguiendo el principio de universalidad de las relaciones exteriores recogido en el programa del PSOE- antes del final de la presente legislatura.

Sin embargo, altos cargos del Ministerio de Exteriores español coincidieron en considerar probable, a finales del pasado año, que el establecimiento de relaciones entre España e Israel tuviera lugar antes del final del mes de enero. Esta posibilidad parece irse desvaneciendo ahora. La búsqueda de una fecha idónea -que según fuentes solventes, se encuentra en las propias manos del presidente del Gobierno, Felipe González- se haría coincidir, según la doctrina oficial, con los intereses nacionales españoles, entre los que se encuentra, según esta doctrina, la pacificación de Oriente Próximo.

Según diplomáticos españoles, la encarnizada defensa hecha por Felipe González de las posibilidades de éxito del plan de paz jordano-palestino tenía que ver con sus deseos de establecer relaciones en cuanto se produjera un avance en este plan.

Sin embargo, el incremento de la tensión en Oriente Próximo hace pensar que es muy difícil ya que se produzcan sensibles avances en los 10 meses con que, como máximo, cuenta la actual legislatura española.

El sigilo con el que el presidente del Gobierno conduce el tema del establecimiento de relaciones con Israel lleva a bromear a altos funcionarios de Asuntos Exteriores con la idea de si el propio ministro, Francisco Fernández Ordóñez, tiene información puntual sobre el asunto.

Mientras, se espera la llegada a Madrid de una comisión de la Liga Árabe, encabezada por su secretario general, Chadli Klibi. El propio Klibi manifestó en la apertura de la última reunión de esta organización su preocupación por "la gravedad de un cambio semejante" como implicaría el establecimiento de relaciones diplomáticas con Israel.

Sin noticias de la comisión

Fuentes diplomáticas árabes consultadas por la agencia Efe en Túnez anunciaron el pasado domingo la visita a España de la comisión presidida por Klibi con el fin de tratar de convencer a las autoridades españolas para que reconsideraran su decisión. Sin embargo, según manifestaron ayer fuentes diplomáticas españolas, aún no se ha recibido ninguna comunicación anunciando oficialmente esta visita.Dentro de este panorama, toma especial importancia la visita oficial que el ministro español de Defensa, Narcís Serra, inicia esta noche a El Cairo. Serra está invitado por su homólogo egipcio, mariscal Abu Gazala, quien es también viceprimer ministro. Según coincideron ayer en manifestar fuentes de Presidencia del Gobierno y del Ministerio de Asuntos Exteriores español, las repercusiones en el mundo árabe del intercambio de embajadores con Israel serán tratadas durante esta visita. Egipto es uno de los países árabes cuya reacción al inicio de relaciones entre Madrid y Tel Aviv es menos temida por España. Los dos más preocupantes son Siria y Libia. Especialmente este último país, crispado por las consecuencias de la crisis a que dieron lugar los ataques de terroristas palestinos contra los aeropuertos de Roma y Viena.

Serra se entrevistará mañana con su homólogo Abu Gazala y, probablemente, con el presidente Hosni Mubarak. El viernes viajará al Alto Egipto, en donde visitará una serie de vestigios faraónicos. El sábado, el ministro español de Defensa visitará dos industrias de armamento egipcias, y el domingo por la noche regresará a Madrid.

Desde hace tres años y medio, España ha logrado introducirse en el mercado armamentístico de Egipto. El Gobierno de El Cairo ha comprado a España desde entonces dos corbetas y varios centenares de camiones y de vehículos todo terreno, por un precio total de unos 700 millones de dólares (unos 110.000 millones de pesetas, al cambio actual).