La entrada de España en la CEE

( ... ) La entrada oficial de España y Portugal, el miércoles 1 de enero de 1986, no puede ser asimilada a la simple adjunción de dos países y de 58,7 millones de nuevos europeos. El entusiasmo y la ambigúedad de la ampliación se han producido en dos ocasiones. En el momento de la entrada de un país tan poderoso y poco complaciente como el Reino Unido, en 1973, al rriísmo tiempo que Irlanda y Dinamarca, hasta la adhesión, menos clásica, de Grecia, ocho años más tarde, primera tentativa de reforzamiento de la democracia en un país que había conocido la dictadura y primer esbozo de reequilibrio hacia el Sur, pueden apreciarse los esfuerzos de una Comunidad en busca de cimientos internacionales. ( ... )Oficialmente, el consenso político es total. La llegada de dos países que no tienen en común más que su pertenencia a la península Ibérica tiene la indiscutible ventaja de sellar la suerte de dos jóvenes democracias. Españoles y portugueses tienen el sentimiento de olvidar recuerdos dolorosos del período del franquismo y del salazarismo para entrar definitivamente en la era de la modernidad.

Queda saber en qué condiciones. Ciertamente, los alemanes no ven sin inquietud dibujarse una nueva Comunidad en la que las diferencias Norte-Sur entre países altamente industriales y países con estructuras altamente agrícolas corren el riesgo de hacerse más profundas. ( ... )

1 de enero