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Cuatro desaparecidos en las costas del noroeste a causa del fuerte temporal

El fuerte temporal reinante en las costas del noroeste de la Península ha provocado el naufragio de dos embarcaciones de recreo, con un resultado provisional de cuatro desaparecidos. A la hora de cerrar esta edición, todavía no habían sido localizados el catamarán francés Jet Service y el yate británico Green Flats, desaparecidos al inicio del año. En la tarde de ayer embarrancó también en la costa coruñesa una barcaza que transportaba 200 toneladas de fuel.

El Jet Service, con seis tripulantes, pidió auxilio la mañana del día 31, a unas 200 millas al norte de Finisterre. El remolcador de la Armada Mahón y un avión del SAR (Servicio Aéreo de Rescate) lo avistaron, volcado, la tarde del día 1, observando únicamente a cuatro personas a bordo, por lo que se supone que hayan desaparecido los otros dos tripulantes. Los servicios de búsqueda perdieron contacto visual con el catamarán la pasada madrugada, a 180 millas de Finisterre. Por su parte, el yate de inglés Green Flash envió un SOS a las tres de la tarde del pasado miércoles, cuando navegaba a la altura de Cabo Peñas (Asturias). Dos horas después, el buque francés Edouard Ld acudió en su auxilio, rescatando a dos personas. En la operación de salvamento desaparecieron un tercer tripulante del yate y un marinero del barco.En la oficina de Prensa de Capitanía General de la zona marítima del Cantábrico han manifestado desconocer origen y destino de ambos yates y comentado que, "desgraciadamente, esta situación se produce todos los años. Gente que decide pasar estas fiestas en el mar pese a su es casa experiencia marina".

También embarrancó ayer frente a San Andrés de Teixido (La Coruña), después de permanecer varias horas a la deriva, una barcaza Boni Carrier cargada con 200 toneladas de fuel oil que remolcaba el mercante inglés Smith Lloid 74 en ruta a Santander. A la altura de Punta Candelaria, el temporal produjo la rotura de las amarras que unían a ambas embarcaciones, quedando a la deriva la remolcada. Tras el accidente de la barcaza se apreciaban ayer algunas manchas de combustible en las aguas, aunque fuentes de la Capitanía estimaban que no era probable que se hubiera derramado la totalidad del combustible. Un remolcador de Vigo se dirigía a la hora de cerrar esta edición hacia la zona siniestrada con medios anticontaminantes.

El temporal ha impedido también estos días que salga a faenar la mayor parte de la flota gallega y del Cantábrico en general.

Más información en la página 26

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