Brasileños y norteamericanos decepcionaron
Brasileños y norteamericanos decepcionaron a un público que esperaba más calidad de ambos conjuntos. Ambos celebraron un encuentro, a pabellón casi lleno, ciertamente igualado, pero carente de calidad. El aficionado, a pesar de que el , combinado norte americano carecía ya de toda posibilidad de luchar por alcanzar el primer puesto en el torneo, esperaba que estos jugadores, en su mayoría de raza negra, deleitasen con su individualismo. No fue así, porque este equipo, además, tuvo un comportamiento inesperadamente disciplinado sobre la cancha: trató de resolver seriamente, de defender con cierto orden, y, finalmente, de ganar el partido, lo que consiguió a pocos minutos del final.
De los 10 jugadores que integraban este equipo, no destacó ninguno. La dirección del juego recayó en Mike Davis, un base que estuvo el pasado año en el baloncesto italiano, y su acción reboteadora tuvo por protago nista a Hurt -jugador del que se especulaba que iba a ser espiado por el Licor 43 con vistas a su posible incorporación a la Primera División española-, aunque sin demasiado brillo. Los brasileños, por otra parte, sólo tuvieron oportunidad de aprovecharse de la ausencia de Drazen Petrovic en la primera jornada. De lo contrario, la estrella yugoslava hubiera podido realizar un fino trabajo con sus sistemas defensivos. No estuvieron ni brillantes ni gustó su baloncesto.
La primera parte tuvo un mayor dominio del conjunto brasileño, no demasiado claro, pero que le permitió alcanzar el descanso con ligera ventaja (38-42). Lo más que pudo oponer fue voluntad en la lucha por el rebote y algunos lanzamientos acertados de tres puntos.
En la reanudación, el marca,dor marchó igualado durante muchos minutos, con diversas alternativas. Sin embargo, en los dos últimos minutos el mayor oficio de los jugadores norteamericanos se bastó para resolver sin demasiadas apreturas, con acciones individuales.
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