Moscú, un sueño de radio
Luis del Olmo y los suyos pueden certificar que nadie les siguió los talones en sus correrías nocturnas por un Moscú nevado. Ningún coche sospechoso ni pasos de película de Hitchcock sonando en la vasta oquedad.El equipo de Protagonistas de la COPE, había llegado una semana antes que su estrella, y solía recogerse en el hotel a eso de las cinco de la madrugada ¡Qué ocasión para haber capturado con su magnetófono los latidos del Moscú nocturno sus silencios exteriores o sus bullicios internos!
En el programa transmitido ayer en directo -cuatro horas de duración- desde la capital soviética, en un momento del mismo se le pregunta al director de una discoteca qué clase de música prefieren los jóvenes rusos.
Hubiese sido muy oportuno radiofónicamente que sus palabras en el estudio se complementaran con el sonido discoteca-real-moscovita. Valga sólo como ejemplo y tímida sugerencia.
Sonido de las calles
¿A qué suenan las calles y plazas de Moscú? Nos quedamos sin saberlo. El dato no será esencial, pero ésta es una de las armas de que dispone el medio. Todo Protagonistas se desarrolló desde un estudio de Radio Moscú, y la realidad social, política y económica de la URSS nos llegó a través de personajes de la nomenklatura (de protagonistas, nunca mejor dicho), algunos en un correctísimo castellano, otros traducidos por intérprete.Tanto a locutores como a invitados se les escuchó con voces claras y próximas, con la cercanía que permite la enorme potencia en kilovatios con que se manifiesta la emisora moscovita. De la clásica ecuación leninista, electrificación más poder de los soviets igual a socialismo, queda al menos el orgullo de la electricidad.
Imponderables irremediables de la distancia hacían que, de cuando en cuando, las voces se extraviaran en el túnel transiberiano, aunque pronto resurgían vigorosas y nítidas. No parecían estar en Moscú, sino en Radio Miramar de Barcelona; a esta sensación contribuyó la ausencia de testimonios sonoros que recogieran retazos de vida rusa.
20º bajo cero
Del Olmo nos iba dando puntualmente el estado de la cuestión en los barómetros del exterior -una media de 20º bajo cero- como punto de referencia ambiental de sus entrevistas en el interior acolchado.No obstante, el programa no careció de interés. El equipo de Protagonistas fue ganado por la hospitalidad soviética, y toda la emisión se produjo en un clima cálido, educado, de simpatía, con piropos frecuentes a una locutora de Radio Moscú cuya singular belleza nos fue retransmitida. Del Olmo, en un momento, comentó: "Esta tierra donde tan felices estamos ahora y su compañero de micrófono no pudo reprimir un entusiástico: "Al final nos darán la Orden de Lenin".
Se habló de casi todo: de lo que pasa por profundo y de lo que pasa por trivial. Con la llegada de los Mijail Gorbachov ha mejorado la lencería íntima femenina y la libertad de Prensa. Del Olmo acabó confesando haber vivido "una experiencia inolvidable" y agradeciendo a todos "los que hicieron posible este sueño".
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