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El avión siniestrado el jueves estaba en malas condiciones técnicas

Las acusaciones contra la compañía de aviación Arrow Air -propietaria del DC-8 que se estrelló el pasado jueves en Terranova- por las pésimas condiciones mecánicas y de mantenimiento de su reducida flota, refuerzan la postura oficial estadounidense que rechaza la posibilidad de un sabotaje. En concreto, el avión siniestrado se encontraba en tan malas condiciones técnicas que un mecánico encargado de su revisión se negó el pasado 28 de julio a darle el visto bueno.En el aparato viajaban 256 personas: ocho tripulantes y 248 soldados estadounidenses de la fuerza multinacional de observación del Sinaí. Todos ellos resultaron muertos.

Las autoridades norteamericanas están convencidas de que el accidente no fue producto de un atentado, sino de un fallo técnico aún no descubierto. Charles Redman, portavoz del Departamento de Estado, aseguró que "no hay motivo para pensar en un sabotaje" y achacó al "mal gusto" las llamadas de grupos extremistas que se responsabilizan del supuesto atentado.

Las principales denuncias se dirigen contra la Arrow Air, con sede en Miami, a la que sus propios empleados acusan de deficiencias de mantenimiento.

James Court, un ex piloto de esa compañía, declaró que abandonó su trabajo en julio de 1984 debido al estado de los aviones, y acusó a la empresa de no tener ni siquiera manuales para las tareas de mantenimiento y de que muchos de su mecánicos eran hispanos, con escaso conocimiento de la lengua inglesa.

De acuerdo con la investigación, la hipótesis del atentado también parece descartada. No se ha encontrado ningún indicio de explosivos, ni ninguna huella de municiones entre los restos del aparato. Nada permite pensar que antes del choque se produjera una explosión o un incendio. Ya han sido encontradas las cajas negras del avión, pero de momento no han aportado ningún dato nuevo.

Entretanto, un tercer grupo terrorista ha reclamado la responsabilidad de la catástrofe. Se trata de los Revolucionarios de Egipto. Un interlocutor anónimo que dijo pertenecer a la citada organización se responsabilizó ayer, en llamada telefónica a la agencia de noticias France Presse en París, del accidente. Anteriormente, la Yihad Islámica y la Organización de Liberación de Egipto se atribuyeron el supuesto atentado desde Beirut y Roma, respectivamente.

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