Pineda mantiene su peligroso trazado ante el comienzo de la temporada

La temporada de otoño-invierno comienza mañana en el hipódromo de Pineda, en Sevilla, sin que el peligroso trazado de las instalaciones, que el año pasado originó varios accidentes, haya sido modificado. Aspectos no técnicos como agua caliente en las duchas de los vestuarios y un bar para los profesionales son las únicas novedades de este año. La participación de caballos será inferior a la prevista por la Real Sociedad de Fomento y Cría Caballar.

"Este año por lo menos no habrá cucarachas en las duchas", exclamó alborozado un yoquei madrileño cuando se enteró de que se estaban realizando obras en los viejos vestuarios del hipódromo de Pineda. La temporada anterior, esta zona del hipódromo fue objeto de una fuerte polémica ante la denuncia realizada (véase EL PAÍS del 16 de enero de 1985) por algunos jinetes del mal estado en que se encontraban estos servicios, en la mayor parte de los casos inservibles y con cucarachas.Otra de las quejas realizadas por los profesionales la temporada anterior ha sido atendida. Este año contarán con un bar para ellos en el que podrán reconfortarse frente a las bajas temperaturas que sufren al amanecer en Sevilla. Los profesionales, hasta ahora, no podían beber nada caliente en Pineda, ya que les está prohibida la entrada en el bar de socios.

En cambio, el trazado de Pineda, a juicio de muchos profesionales, el más peligroso de los hipódromos españoles, no ha sido corregido. La pista es muy pequeña. Tiene una cuerda de 1.400 metros. La recta final está cuesta arriba y sus dimensiones son tan sólo de 350 metros de largo por 16 de ancho. La recta de enfrente de las tribunas tiene la misma longitud, pero con sólo 12 metros de ancho. En Madrid, el hipódromo de La Zarzuela cuenta con dos rectas de 450 metros de largo a lo que hay que añadir la cola que deja la salida de los 1.800 metros, con 35 metros de ancho la final y 20 la de enfrente. Las autoridades hípicas, en prevención de accidentes, han limitado el número de participantes en Sevilla a 12 por carrera.

La pista, desatascada

La única obra realizada en la pista de Pineda, según informó un portavoz de la Sociedad de Fomento, ha sido la de desatascar los filtros de la pista que el año pasado, al estar taponados, originaron el encharcamiento de la pista con el consiguiente peligro para los participantes.El deficiente estado de muchas de las cuadras y lo caro que resulta su desplazamiento son algunos de los motivos que han originado la baja de muchos participantes. Una vez más, una gran parte de los efectivos desplazados hasta Pineda tendrán que vivir en cuadras portátiles en las que es difícil resguardarse de la lluvia y el frío.

La Sociedad de Fomento ha informado que los preparadores madrileños han solicitado 130 cuadras para sus caballos, sólo cuatro más que el año pasado y 30 menos de las que habían previsto los organizadores. En Sevilla estarán presentes 22 preparadores: Ángel Imaz, José Simo, Emilio Ceca, Ovidio García, Francisco García, Juan Campos, Ramón Avial, Raúl Moltó, Marco Carrasco, Julio Martínez, Adrián Boccardo, José Luis Salas, Juan Luis Maroto, José Barderas, Antonio Barderas, Alberto Mingo, Isidoro Gómez, Juan Vicente Chavarrías, Francisco Galdeano, Enrique Romera, Manuel García y Juan Manuel Sánchez.

El número de carreras que se celebrarán el el mismo que el año pasado, 48, repartidas en ocho jornadas, a celebrarse los días 15, 22 y 29 de diciembre, 5, 12, 19 y 26 de enero y 2 de febrero. En total, se repartirán 22.780.000 pesetas, un 29% más que la anterior temporada.