El Parlamento Europeo adopta un presupuesto para la CEE en contra de la opinión del Consejo de Ministros
El Parlamento Europeo, al no llegar a un compromiso con el Consejo de Ministros, aprobó ayer mayoritariamente (230 votos a favor, 39 en contra y 20 abstenciones) un presupuesto para la CEE para el próximo año que supera en 569 millones de unidades de cuenta europea (ECU) al fijado por el Consejo, que lo había situado en 32.686 millones de ECU (más de cuatro billones de pesetas). La decisión del Parlamento, que formalmente permite que la Comisión Europea pueda ejecutar el presupuesto para 1986, hace presagiar, sin embargo, un nuevo conflicto en la Comunidad.
Ayer mismo, Jean-Claude Juncker, ministro luxemburgués de presupuesto y presidente en funciones del Consejo de Ministros, declaró que el presupuesto acordado por el Parlamento es "ilegal, por haber superado el margen de maniobra permitido". Juncker adelantó que algunos países miembros de la CEE tienen la intención de recurrir ante la Corte de Justicia europea, y podrían, como protesta, no aportar en su totalidad la cantidad que le corres ponde a cada país por su recauda ción del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Es en la puesta en práctica de esta amenaza formal donde reside el mayor peligro para que la CEE tenga realmente disponible, a partir del 1 de enero, su partida de gastos.Para el Parlamento Europeo, según declararon poco después de celebrarse la votación algunos de sus representantes, el presupuesto no es en absoluto ilegal, puesto que no se ha sobrepasado ese margen de maniobra con el que contaban, por cuanto las propuestas de los ministros comunitarios no han tenido suficientemente en cuenta las necesidades de una Europa ampliada a 12 miembros. La firma del presupuesto aprobado por el Parlamento, señalaron, es una prerrogativa personal del presidente de este órgano, con lo que se asegura su entrada en funcionamiento. El martes próximo está prevista una reunión del comité presupuestario de la CEE (dependiente del Consejo de Ministros), para intentar dilucidar si el presupuesto es ¡legal, tras lo cual se presentaría o no recurso ante el Tribunal de Justicia.
Diferencia de filosofía
Como ya había quedado patente en la presentación de posiciones el pasado martes, no ha sido tanto la cuestión cuantitativa como la diferencia de filosofila y de concepción a la hora de concretar algunas partidas dentro del presupuesto lo que ha impedido llegar a una posición de consenso. Desde las cinco de la tarde del pasado miércoles, los ministros de presupuesto de los doce estuvo presente el secretario de Estado de Hacienda, Jose Borell- y los representantes del Parlamento Europeo intentaron sin éxito llegar a un compromiso.
A las dos menos cuarto de la madrugada de ayer jueves, se disolvió la reunión con dos posturas paradójicamente bastante cercanas en la cantidad, pero irreconciliables en la práctica. Una, la del Parlamento, solicitaba 569 millones de ECU "para dotar mejor los fondos estructurales de la Comunidad y cancelar el peso del pasadó (los compromisos anteriores). La otra, propuesta por Juncker, era una fórmula de compromiso que suponía un aumento de 242 millones de ECU sobre el proyecto que propusieron en segunda lectura los ministros. Ésta última señalaba también que la Comisión debena presentar el próximo mes de marzo un informe sobre el estado de los fondos estructurales y sus necesidades en marzo de 1986.
La, insuficiencia de esta propuesta y, sobre todo, el temor de los europarlamentarios a la ambigüedad de su contenido, que en la práctica suponía recurrir de nuevo a presupuestos extraordinarios es lo que finalmente hizo que no prosperara. En la votación final del Europarlamento, parte de las abstenciones y votos en contra del acuerdo mayoritariamente aceptado por la asamblea procedieron de los diputados socialistas franceses, daneses, conservadores y parte de los diputados liberales, algunos de los cuales habían presentado diferentes enmiendas, casi todas basadas en aspectos estrictamente económicos.
En función de este incremento de 569 millones de ECU al presupuesto comunitario aprobado en el Parlamento Europeo, unos 51 millones corresponderán a España y Portugal. Sin embargo, ayer no quedaba claro -no había ningún representante oficial español para analizar estas cifras- cómo resultará finalmente el saldo global de la aportación presupuestaria española.
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