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El uso de gas natural obligará a adaptar la red madrileña en nueve años

La renovación de toda la red de gas ciudad con objeto de poder ser utilizada para la distribución de gas natural tardará en realizarse entre siete y nueve años, según informó ayer José María Sáez, director general de Gas Madrid. La compañía estudia en estos momentos un plan de subvenciones y aplazamiento de pago a los usuarios.

Esta compañía, que ha presentado un plan de gasificación sobre el que se tendrá que pronunciar el Ministerio de Industria y Energía antes del 31 de diciembre, estudia en este momento un plan de subvenciones y aplazamiento de pago a los usuarios que, sobre todo dentro de la zona delimitada por la carretera de circunvalación M-30, se verán obligados a cambiar los aparatos y en algunos casos las tuberías verticales de los edificios.El gas natural que según las previsiones llegará a Madrid en 1988 obligará a Gas Madrid a comprobar el estado de una importante parte de su red antigua con el fin de que una vez sea utilizada por gas natural no produzca fugas. Este problema no afectará a la red instalada en los alrededores de la capital, donde las tuberías existentes pueden ser utilizadas para distribuir el nuevo producto.

Según Sáez, en la actualidad se cuenta con tres tipos de aparatos: unos muy modernos ya adaptados, otros a los que habrá que cambiar algunas piezas -serán los que darán más trabajo- y unos que son muy antiguos y que habrán de ser cambiados en su totalidad.

En torno a la ciudad

Por este motivo, las primeras zonas en las que se recibirá el gas natural serán las situadas en torno a Madrid. El gasoducto que pasará por Madrid permitirá suministrar gas natural a San Sebastián de los Reyes, Las Rozas-Majadahonda, Móstoles, Fuenlabrada, Rivas-Vaciamadrid y Alcalá-Guadalajara, lo que puede aumentar el número de usuarios en más de 200.000.Los usuarios del centro de Madrid recibirán un gas equivalente al que ahora se utiliza, aunque elaborado con gas natural en la fábrica que la compañía tiene en Manoteras. Posteriormente, zona a zona, se revisarán las tuberías existentes en el subsuelo y las verticales de cada bloque de viviendas, cuyo cuidado está a cargo de las comunidades de vecinos, y se adaptarán o sustituirán los aparatos de cada vivienda. De momento, Gas Madrid estudia el sistema por el que se realizará esta transformación, "pues existe la posibilidad de que se den subvenciones o se permita el pago aplazado, además de correr con una parte de los gastos de algunos usuarios que como consecuencia del cambio se vean obligados a cambiar cocinas o calentadores", dijo Sáez.

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