Martin Bangemann,
ministro de Economía de la RFA, ha recibido cientos de invitaciones interesadas después de haber sido entrevistado por la televisión alemana. Y no ha sido por entusiasmo hacia la política de su departamento, sino por haber cometido la imprudencia de declarar que se relajaba de su trabajo fregando platos, y añadir a continuación: "No tienen ustedes más que invitarme a limpiar su vajilla y me tendrán en su casa".
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