El Grupo de Contadora supera sus diferencias internas en la Asamblea de la OEA

La 14ª Asamblea Extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se desarrolla actualmente en Cartagena de Indias (Colombia), estuvo marcada ayer por la superación de la crisis interna del Grupo de Contadora. En una reunión paralela, los cancilleres de los países de dicho grupo -México, Venezuela, Colombia y Panamá- acordaron presentar ante la ONU una resolución que pide que se reanuden las conversaciones entre EE UU y Nicaragua y por la que expresan su preocupación por las maniobras militares en Centroamérica.El ministro de Asuntos Exteriores de Panamá, Jorge Abadía, informó que en la reunión se trató del "entrabamiento" producido en la Asamblea General de la ONU el pasado día 28 tras las diferencias surgidas entre México y los otros tres integrantes del Grupo de Contadora sobre el texto de un proyecto de resolución para la paz en Centroamérica. "Afortunadamente, lo hemos podido resolver hoy", comentó el canciller panameño.

No obstante, Abadía reconoció que hay dos escollos difíciles de salvar para la firma del Acta de Paz: "Las maniobras militares en la región y el control de armamentos". Sobre estos aspectos hay posturas muy distantes.

El ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Alan Wagner, dijo a su vez que, "a pesar de algunas especulaciones periodísticas", el Grupo de Contadora se halla "más unido que nunca". Wagner, sin embargo, admitió la existencia de dificultades.

Una solución pacífica

Wagner se mostró partidario de que el proceso de paz en Centroamérica avance "por las vías del Grupo de Contadora que, a nuestro modo de ver, es la única forma de lograr una solución pacífica, democrática y latinoamericana" a las tensiones del área.El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, también mostró el apoyo de su Gobierno al Grupo de Contadora en una pequeña referencia de dos líneas en un largo discurso que pronunció ante la Asamblea Extraordinaria de la OEA.

El ambiente de la cumbre ministerial parecía más relajado en este segundo día de debates, tras los roces entre Shultz y el jefe de la delegación de Nicaragua, Alejandro Vendaña, y la polémica sobre el ingreso de Cuba en la OEA. En las reuniones previas a la inauguración de la asamblea, el diplomático nicaragüense insinuó que Estados Unidos, al apoyar a los grupos antisandinistas, no respeta el principio de no intervención contenido en la Carta de la OEA. Shultz reaccionó automáticamente y acusó a Nicaragua de colaborar logística y militarmente con el Movimiento Diecinueve de Abril (M-19), de Colombia, lo que fue rechazado por la delegación del país centroamericano.

Asimismo, George Shultz se mostró contrario al ingreso de Cuba en la OEA, tal y como sugiere la propuesta de reformas presentada por Colombia a la organización continental. En opinión del Gobierno de Bogotá, todos los países de la región pueden ser miembros del organismo sólo con solicitarlo.

El secretario de Estado norteamericano dijo: "Cuba fue expulsada de la OEA (en el año 1962) por su mal comportamiento, por ser un Estado disgregador en el hemisferio, y desde entonces su comportamiento no ha mejorado, sino que se ha deteriorado; por tanto, no hay razones para que regrese".

El canciller colombiano señaló que "no es cierto" que su país haya propuesto el ingreso de Cuba en la OEA, pero ratificó la tesis de "universalizar" la entidad.