El presidente del Roma, Viola, investigado por presunta estafa

El tribunal de Roma ha abierto una investigación por presunto delito de estafa en el partido Roma-Dundee United, de las semifinales de la Copa de Europa 1983-1984. Esta vez en el centro de la oscura vicisitud está un personaje importante de la vida política y deportiva italiana. Se trata del presidente del Roma, Dino Viola, senador de la República italiana por el Partido Demócrata Cristiano.Viola está acusado de haber comprado al árbitro francés Michel Vautrot antes del partido Roma-Dundee United, válido para las semifinales de la Copa de Europa de la temporada 1983-1984, encuentro que acabó con la victoria del Roma por 3-0, un resultado que superó el 0-2 del partido de ¡da, en Escocia, y que logró que el equipo romano se clasificara para la final.

La suma de 100 millones deliras (equivalente a poco menos de diez millones de pesetas), destinada a obtener un arbitraje favorable, no terminó en la cartera de Vautrot, sino que se la dividieron tres intermediarios, entre los cuales figura Landini, entonces director deportivo del club capitalino.

La punta del iceberg emerge en septiembre de este año, cuando el árbitro internacional Bergamo revela al presidente de la Federación Italiana, Sordillo, que hace algunos meses Viola le confesó la tentativa de corrupción del árbitro Vautrot. La confesión de Bergamo obligó al presidente Sordillo a abrir una indagación que, como ya se ha dicho, concluyó en estos días con el procesamiento de Viola por el tribunal, junto a tres intermediarios y, por retrasar la denuncia del hecho, al mismo Bergamo.

Interrogantes

¿Cómo se defiende Viola de esta acusación? El presidente del Roma declara que no había sido una tentativa de corrupción, sino, simplemente, una operación que tenía como objetivo desenmascarar a los autores de la estafa del Roma, operación que, según Viola, está organizada por un importante personaje del mundo futbolístico italiano que él mismo quería descubrir. Una defensa ésta que algunos observadores consideran muy caduca.El senador Viola, en el caso de que fuera reconocido responsable de la tentativa de corrupción, arriesga ser descalificado por el tribunal deportivo durante cinco años.

En este caso existen algunos aspectos que dejan desconcertado. ¿Por qué Viola, el más encarnizado cazador de sombras y fantasmas del planeta fútbol, ha confesado al árbitro Bergamo haber enviado a Vautrot 100 millones de liras? ¿Por qué Bergamo ha dejado pasar un año antes de revelar todo a la Federación Italiana? ¿Por qué Viola ha sido engañado con una historia que tenía escasos fundamentos? Éstas son algunas de tantas interrogantes que esta historia levanta.

Éste es sólo el último escándalo con clubes italiano. En 1973 se abrió una investigación a propósito de la semifinal de la Copa de Europa de 1972-1973 que presentaba como adversarios al Juventus y al Derby County, derrotado en Turín por 1-3. El 21 de abril de 1974, un año después del citado partido, el Sunday Times publicó que un emisario del Juventus Szolti, empresario de origen húngaro, había ofrecido 750.000 pesetas al árbitro portugués Lobo para favorecer al Juventus en el partido de vuelta (0-0). La UEFA exculpé totalmente al Juventus y declaró falso el artículo del Sunday Times.

Los periódicos británicos divulgaron también la noticia de que al escocés Gordon, árbitro del Milán-Levski Spartak, de la Copa de la UEFA, el equipo italiano le hizo regalos por un valor de 750,000 pesetas. La UEFA averiguó que habían sido regalos de 100.000 pesetas. El Milán fue multado por esto, mientras que Gordon y los dos linieres fueron descalificados por dos años y medio.

En el Inter-Groningen, de la Copa de la UEFA de 1983-1984, acabado con la victoria del equipo italiano por 5-1, los holandeses denunciaron que el equipo milanés había intentado comprar a su entrenador, Berger, ofreciéndole 150 millones de liras. El tribunal de la UEFA decidió la absolución del Inter. El intermediario identificado por Apolonios Konijnenburg, manager de algunos jugadores holandeses, había intentado la corrupción, según la UEFA, sin tener una unión directa con el equipo italiano.