Los Lakers continúan su dominio en la NBA
Los Ángeles Lakers, actual campeón, continúa su gran dominio en la Liga de baloncesto profesional norteamericana (NBA). Ha ganado 13 de sus primeros 15 partidos, el mejor comienzo en la historia del equipo. Kareem Abdul-Jabbar es el máximo anotador, con un promedio de 19,8 puntos por partido, y James Worthy es segundo, con 18,9 puntos por partido, pero todos gozan del balón.
Ocho jugadores de los Lakers tienen un promedio de 10 puntos por partido, como mínimo. Esto le ha hecho la vida fácil al técnico Pat Raley, quien dice en broma que nunca tiene problemas de disciplina. "Siempre estamos diciendo sí señor, no señor en' los vestuarios", dice Raley. "Yo siempre les estoy diciendo sí señor a jugadores como Kareem, y no señor a jugadores como Byron Scott".'La realidad del éxito de los Lakers tiene que ver con la combinación de veteranos y jóvenes. Sólo hay un novato en la plantílla de 12 y los demás se conocen hace por lo menos dos años. Todos se llevan bien dentro y fuera de la cancha, y estos días parecen una familia feliz y perfecta.
"Cuando estaba con ellos", dice Dave Wohl, antes segundo entrenador de Raley y ahora técnico de los Nets de Nueva Jersey, "siempre estudiaba las imágenes de los partidos y encontraba muchos errores pequeños. Ahora que estoy con otro equipo estudio las mismas imágenes y no puedo encontrar ninguna debilidad. Ellos no cometen ningún error. Son unos bárbaros",
El comentario de la semana es de Cedric Maxwell, un alero de los Clippers de Los Ángeles, quienes tienen a cuatro titulares lesionados y han visto su clasificación empeorar de cinco a cero a seis a ocho. "Yo he visto antes esta cantidad de gente sufrir lesiones", dijo Maxwell, "pero fue en una película de guerra".
La ópera
Otra frase oportuna, hace ya años, fue dicha por Dick Motta cuando era técnico de los Bullets de Washington. Su equipo estaba en desventaja de tres partidos a dos contra los Supersonics de Seattle en la serie final de 1978, y Motta, buscando cómo animar a los muchachos, dijo que "nada termina hasta que cante la gorda".Era una comparación con la ópera, donde muchas veces los protagonistas son corpulentos y los finales dramáticos. Y los Bullets de Motta, como si fueran actores leyendo un libreto, acabaron por ganar el campeonato porcuatro partidos a tres.
La gorda ha vuelto a cantar. El domingo, en Phoenix, los Suns tenían ventaja de 127-118 sobre los Bucks de Milwaukee cuando faltaban 31 segundos. Todo parecía decidido.
Tras un tiempo muerto, Paul Pressey le pasó el balón al alero Terry Cummings y redujo la ventaja a 127-120. Faltaban 29 segundos. Los Suns sacaron el balón y se le fue fuera a Jay Homphries cuando quedaban 27. Un segundo después, Jeff Lamp, un suplente de los Bucks, encestó a pesar de una falta, y después del tiro libre, la ventaja de los Suns fue de 127-123.
Los Suns volvieron a sacar el balón, y Cummings cometió una falta contra Lary Nance faltando 19 segundos. Nance falló los dos tiros libres y los Bucks pidieron tiempo al coger el rebote. Faltaban 18 segundos.
Cuando sacaron el balón, Cummings falló un tiro, pero el base Ricky Pierce cogió el rebote, encestó y sumó el tiro libre de la peraonal. A falta de 11 segundos, el marcador era 127-126.
Los Suns sacaron el balón y esta vez lograron llegar a su canasta. Lamp cometió una falta contra Michael Sanders cuando faltaban cinco segundos. Sanders, quien no sabe nada de ópera, falló el primer tiro libre, encestó el segundo, y los Bucks, perdiendo ahora 128-126, pidieron tiempo. Faltaban cuatro segundos.
Los Bucks le pasaron el balón a Cummings, quien se fue hacia la derecha, tiró a cuatro metros de distancia y encestá con el pitido final. Tras el empate, los Suns, sin mucho ánimo, perdieron en la prórroga 140-138. Era su 13ª derrota en 15 partidos.
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