Ritmo cambiante 'versus' horarios estrictos
La evolución de las sesiones de bolsa ha vuelto a poner de manifiesto que 10 minutos es un período de tiempo excesivamente corto para poder abarcar los cambios de opinión y de expectativas de un mercado que se muestra mucho más dinámico que los cauces que le contienen. El ritmo que se está imponiendo últimamente obliga a efectuar continuos replanteamiento s de las posiciones de compradores y vendedores, que difícilmente pueden encajar con unos horarios estrictos. El inicio de la sesión trajo consigo una serie de realizaciones de beneficios entre los valores eléctricos, que se contagió sin apenas dificultades al resto de los grupos, provocando una corriente vendedora de cierta consideración. Evidentemente, el asunto de los dividendos y las ampliaciones de capital continúan siendo la piedra de toque a la hora de realizar una operación en este sector, aunque ayer los nervios jugaron algunas malas pasadas.A medida que transcurría el tiempo se pudo observar que el proceso realizador ganaba en amplitud, aunque no se tardó demasiado en detectar la fácil absorción de que eran objeto muchos valores, lo que provocó no pocos arrepentimientos. A partir de ese momento, los cambios en las posiciones, de oferta y demanda, se simultanearon, manteniéndose esta situación hasta horas bastante avanzadas. La realización dé beneficios no tiene en sí mayor importancia, ya que se venían produciendo desde hacía más de una semana y debido a diferentes factores. Uno de ellos lo constituyen las próximas ampliaciones de capital, para las que hace falta disponer de alguna liquidez, y entre las que pudieran estar -de ser ciertos los rumores que circulaban ayer por el parqué madrileño- una de Telefónica, noticia que podría verse confirmada, o desmentida, hoy mismo.
Los sectores industriales no fueron una excepción a la norma, registrando sus precios importantes recortes, aunque también se mantuvieron las tomas de posiciones en una clara muestra de la capacidad de selección del mercado. Tampoco los valores bancarios se libraron del proceso realizador, si bien sus resultados no mostraban el desequilibrio existente entre partidas compradoras y vendedoras. El movimiento, a veces vertiginoso, continúa siendo una de las notas a destacar. En la sesión de apertura de la semana, la contratación en acciones rozó los 4.000 millones de pesetas efectivas, concentrándose casi el 60% de esta cantidad en los tres sectores principales, banca, electricidad y comunicaciones, al tiempo que el crédito se muestra poco dispuesto a comprometerse en un mercado excesivamente cambiante.
La contratación en pagarés del Tesoro ha disminuido sensiblemente en relación a la jornada anterior, concentrándose todas las operaciones con pacto de recompra en el plazo de una semana, y repitiendo los tipos de interés máximo y mínimo conseguidos el lunes, esto es, el 10,550% y el 9%. Al tiempo, entre los lotes ejecutados a vencimiento, se registró un ligero ascenso de los rendimientos anuales, aunque la mayoría de las operaciones se hicieron en torno al 9,50% y tan sólo una al 10,470%, tipo máximo conseguido en este apartado, mientras que el mínimo fue del 8,807%.
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