Con la verde pista de la diferencia en el ambiente

La calma ha vuelto al sector eléctrico, que parece dispuesto a no ceder el protagonismo a ningún otro grupo, a pesar de que el asunto de los dividendos empieza a adquirir una dimensión más realista. Se han corregido los desajustes del día anterior y se vuelve a insistir en la soberanía del mercado a la hora de fijar los precios. Las actuales diferencias entre las cotizaciones de los integrantes del sector son, de por sí, suficientemente esclarecedoras, y se repite insistentemente que no son producto de un solo día.Al margen de este grupo otra de las notas destacadas estuvo en la importancia de los procesos realizadores, que si bien no han conseguido imponerse, empiezan a preocupar más que en las jornadas anteriores. Los sectores industriales fueron un buen ejemplo de la incidencia de las partidas vendedoras, aunque en algunos casos la situación se resolviera positivamente debido a la subida de uno o dos valores. Todavía se mantiene la demanda como nota más característica de la sesión, tal como parece indicar el hecho de que 19 valores publicasen dinero sin operaciones, al tiempo que ninguno mostró un exceso de oferta. La absorción sigue siendo buena, aunque resulta significativo que ningún valor de primera fila aparezca entre este grupo de privilegiados.

Con todo, los índice! de tres de las bolsas se sitúan nuevamente en sus cotas máximas del año, quedando Barcelona a tan sólo 20 centésimas de conseguirlo. La presencia de dinero no es ajena a esta situación, pues ya en la sesión anterior se superaron los 4.600 millones de pesetas de contratación efectiva en acciones, cifra que se acerca a las máximas del año.

Lo más positivo de esta jornada estuvo a cargo de los valores bancarios y de Telefónica. En el primer caso, se continúan encontrando más facilidades para subir los precios que para bajarlos, y ello a pesar de que los saldos vendedores duplicaban a la demanda.

En cuanto a Telefónica, la firmeza de las compras ha constituido una sólida base que la sitúa casi como el único factor realmente positivo en un mercado en el que las dudas empiezan a pesar demasiado, aunque este nuevo avance parezca indicar lo contrario.

Mientras, los pagarés del Tesoro mantienen su discreta recuperación, situando los tipos de interés un poco más altos, en lo que se refiere al pacto de recompra. Aquí, el corto plazo sigue un punto por encima del medio, recibiendo una retribución entre el 10,65% y el 10,30%, mientras que a tres meses los tipos conseguidos son del 9,63% como máximo y del 9,25% como mínimo. El mercado interbancario, por su parte, también sigue esta trayectoria, siendo los tipos para las operaciones a un día del 10,84%, frente al 10,50% para los tres meses. Esta situación confirma la opinión de algunos operadores de que el hecho de que se mantengan los dos dígitos como retribución del dinero, vía pagarés del Tesoro, los mantienen como alternativa válida a la renta variable.

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