Prudencia en una verbena montada para el domingo
Una subida de casi cuatro puntos en el índice general no se conocía desde hace ya varios años, puede ser que 10, y resulta extraño que, en lugar de campanas al vuelo, se escuchen llamadas a la prudencia ante un acontecimiento semejante. Y ello es debido a que la mayoría de los analistas y operadores bursátiles, amparados en la lógica, se encuentran desbordados por los acontecimientos y, sobre todo, por los argumentos que pueden mover a la inversión extranjera, en principio la principal responsable de esta situación.Al margen del dinero que llega del exterior, y que a juzgar por los volúmenes contratados no es mucho, hay que contar con el aprovechamiento que algunas instituciones puedan estar haciendo de la actual situación. En el caso concreto de las eléctricas, puede ser la lectura equivocada de alguna noticia que, a fin de cuentas, se puede presentar como un argumento a favor del actual statu quo, con el fin de dejar la responsabilidad de su ruptura en manos de la Administración, pretendiendo olvidar con ello que las reglas del juego ya existían antes de empezar la partida.
Además de estas explicaciones más o menos convincentes, se pensaba en la posibilidad de que realmente se está teniendo acceso a la venta de títulos al capital extranjero, pero subiendo sustancialmente el listón, hecho que se quería demostrar por la evidente falta de papel que se registró ayer en el parqué y que objetivamente fue una de las causas fundamentales de que los precios se disparasen. El dinero especulativo había venido acompañando las disparatadas compras del dinero extranjero, y la insistencia de este último es la que está dilatando los plazos.
Dentro de la dinámica del mercado hay que contar también con las posibilidades de subida libre que se pronosticaban una vez rotos los anteriores máximos, naturalmente contando con la aportación de los fondos del exterior.
Uno de los valores más destacados del mercado fue un ejemplo muy claro de los parámetros por los que se guían estos fondos, al situar un volumen apreciable de órdenes compradoras a la espera de que el propio mercado fuese capaz de superar su situación interna. Una vez separado el trigo de la paja, la opción compradora parece clara.
Resulta difícil encontrar algún sector que no aportase su grano de arena a la elaboración del nuevo máximo del año, por encima del 130%, tal vez con la excepción del siderúrgico, en el que los valores que más ponderan se mostraron reacios a sumarse a la fiesta , sin conseguir con ello desdibujar la actuación de la segunda fila, muy consecuente con la coyuntura.
Esta extraña sesión gozó, además, de otro argumento objetivo a su favor, como es el que el precio de los pagarés del Tesoro haya comenzado a ceder. El pacto de recompra a una semana ha abierto su abanico por el margen inferior, con lo que la rentabilidad anual parece inclinarse nuevamente hacia el 9%. Es un factor más a tener en cuenta a la hora de buscarle explicaciones a la situación actual, en la que la liquidez ocupa también un lugar muy importante.
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