Gallego aceptaría un pacto electoral con Carrillo si incluyese también a otras fuerzas

El Partido Comunista (PC) de Ignacio Gallego ha decidido posponer cualquier decisión sobre alianzas electorales para los comicios legislativos de 1986. No obstante, Gallego adelantó ayer en una conferencia de prensa que el PC no acepta un pacto electoral circunscrito sólo a la Mesa para la Unidad de los Comunistas, que preside Santiago Carrillo.

En la conferencia de prensa, convocada para explicar los acuerdos del Comité Central de su partido, reunido el pasado fin de semana, el secretario general del PC no descartó la comparecencia con los carrillistas en las elecciones en el caso de que se produjese un pacto electoral que incluyera a otras fuerzas comunistas.Ignacio Gallego manifestó que "un acuerdo PC-PC Marxista-revolucionario [denominación esta última registrada por el grupo de Carrillo en el Ministerio del Interior] no procede, porque no daría respuesta a las aspiraciones de los comunistas e introduciría además un elemento de confusión". "No vamos a ir a las elecciones", precisó, "en candidaturas de dos. Nosotros decimos que no se debe contestar con una propuesta electoral (la fórmulada por Carrillo), que no es viable, a una necesidad de unidad. Unidad que hemos dicho que sólo puede realizarse sobre unas bases ideológicas y políticas claras: el marxismo-leninismo. Y todo lo que sea rechazar esta cuestión de fondo y mantener el eurocomunismo, que nosotros, situamos en el origen de la crisis del comunismo, que no cuente con nuestro asentimiento".

Gallego admitió explícitamente que el PC se va a tomar un tiempo "para que la cuestión electoral vaya configurándose". "No queremos", agregó, "adelantarnos con fórmulas concretas. Por precipitarnos no queremos que la clase trabajadora vuelva a no encontrar una fuerza auténticamente comunista". El secretario general del PC señaló que "el que pueda haber un PC sin ideología sólo cabe en la cabecita de Gerardo Iglesias y otros".

Cambio de táctica

Dichas manifestaciones, así como los propios comentarios hechos por Gallego en vísperas de la reunión de su Comité Central, muestran que el máximo órgano de este partido ha cambiado de táctica, en la confianza de contar con perspectivas políticas y medios económicos para conseguir cierto crecimiento del partido; lo cual implica, además, un deliberado propósito de restar protagonismo a, Carrillo. Los dirigentes del PC -todos simpatizantes de la política de la URSS- no dejan de olvidar, ni le perdonan, su eurocomunismo y su distanciamiento, antaño, de la Unión Soviética.Sobre la definición que se suele hacer del PC como fuerza política solidaria con la URSS, Gallego se refirió a la "independencia" de su partido, para precisar que "se trata en primer lugar de independencia de la burguesía, y de los medios de comunicación, que no son objetivos con nosotros". Gallego criticó a la Prensa por no haber dado el relieve nacional que, a su juicio, merecía el congreso del PC andaluz, celebrado recientemente en Sevilla. Y ofreció como "noticia" a los asistentes a la conferencia de prensa, "por sí no lo sabían", que "en España hay millones de personas que pasan hambre". Gallego tuvo, finalmente, palabras de crítica para el presidente surafricano Pieter Botha como "un asesino que recuerda a todos los asesinos".