La victoria de Dionisos
No sé si la columna de. Vicente Verdú sobre la Deriva femenina pretendía limitarse a la descripción de un fenómeno sociológico -a veces, el periodista tiene que llenar sus espacios- o era consciente de que estaba planteando uno de los problemas más agudos de la cultura contemporánea: la economía y ubicación del deseo. En todo caso, las respuestas han aparecido -supongo que seguirán otras nuevas- analizando y fundamentando su alcance, y confieso que no resisto la tentación de intervenir en la polémica. Partiendo de que la descripción del fenómeno era globalmente aceptable, estoy seguro de que se trata de algo más que de una oscilación metafísica entre el yang y el yin (Salvador Pániker), de algo menos que de una, astucia del varón (Magda Mora) y quizá de otra cosa que una rendición del hombre (Verdú). Desde una preocupación por los orígenes del freudismo, opino que lo que funciona es un desplazamiento sufrido por la mujer en el campo afectivo, tradicionalmente a ella atribuido. Para más datos, diremos que este desplazamiento es verificable en la preeminencia de lo dionisiaco sobre lo apolíneo (Nietzsche), preeminencia disírti'tada por el varón, que siempre ha sido el señor de los espacios. Dionisos, dios afeminado (Eurípides,) -primer paso para el prestigio que hoy disfruta lo homosexual-, pasa a identificarse con lo masculino, mientras que se deja a la mujer el papel de Apolo menor (la racionalidad minúscula, de la sensatez). Dicho de otra manera, el burgués del siglo XIX pretende dorninar los dos campos afectivos y ser, a la vez, los dos sexos. De aquellos decimonónicos polvos vienen los contemporáneos Iodos, que ya están en la calle y que tan bien.ha descrito Verdú. Lo que no se ha tocado suficientemente -quizá no era la ocasión para ello- es la incidencia de esta deriva-oscilación-astucia sobre la economía libidinal de "lo que aún queda entre los dos sexos". Y es una lástima, porque ahí está la cuestión.- Filósofo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
La Fiscalía de Ciudad de México confirma que el hombre asesinado en la Zona Rosa era El Panu, jefe de seguridad de Los Chapitos
Navitrans, una cena de navidad para personas LGBT+ en condición de calle y trabajadoras sexuales
Bolsonaro deja la cárcel para operarse de una hernia
Bonoloto: comprobar sorteo del jueves 25 de diciembre
Lo más visto
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- Los ‘whatsapps’ de Mazón a Feijóo del día de la dana: “Un puto desastre va a ser esto presi”
- Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía: “Hemos perdido el control del proceso educativo, lo que damos en clase es en gran medida un simulacro”
- El líder groenlandés responde a Trump: “Groenlandia es nuestro país. Nuestras decisiones se toman aquí”




























































