Serra dice que están superados los temores sobre la fragilidad de la democracia
Los tres ministros catalanes del Gobierno socialista coincidieron en afirmar ayer, en Barcelona, en uno- de los actos programados por el PSOE en toda España para celebrar su triunfo electoral hace tres años, que el principal éxito de los tres años de mandato había sido sentar las bases para que el país salga adelante y para que la democracia se consolide. Narcís Serra, Ernest Lluch, y Joan Majó, ministros de Defensa, Sanidad y Consumo, e Industria, respectivamente, participaron anoche en la clausura de la campaña llevada a cabo por el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) para explicar los tres años de Gobierno socialista.Serra destacó como elemento fundamental de la acción de Gobierno la consolidación de la de mocracia y la ampliación del régimen de libertades. "Hemos liberado a los ciudadanos españoles de la preocupación de que nuestra democracia era frágil y de que a través de la violencia se podía acabar con un esfuerzo de paz y libertad", dijo Serra, según el cual ahora se cierra un período de 10 años en unas condiciones óptimas para que se empiece la etapa de modernización de España.
El ministro de Sanidad, Ernest Lluch, centró su intervención en una crítica frontal al Gobierno de la Generalitat y a lo que calificó de "victimismo reiterado" por parte de Jordi Pujol. Destacó el "enorme esfuerzo" de los catalanes para conseguir trasladar a la Administración central las ideas más progresistas y más autonomistas. "No lucha a favor de las autonomías quien pasa todo el día quejándose. O se queja o se trabaja".
"El victimismo es el principio de la derrota", añadió Lluch. Como todos los ministros y los demás oradores que intervinieron en el acto, hizo un resumen satisfactorio de la acción gubernamental. Al afrontar el el paro y las pensiones, manifestó que si bien era cierto que no se habían creado los 800.000 puestos de trabajo prometidos, no era menos cierto que se había cambiado la tendencia de creación de empleo; que lo más difícil estaba hecho y que España se encontraba en mejores perspectivas que nunca desde 1973 para crear trabajo.
Como un ejemplo del cambio socialista, señalo; Lluch que pocos podían pensar que Pablo Castellano y Cristina Alberdi pudieran estar en el máximo órgano del poder de los jueces, y afirmó que en España el cambio ya empieza a llegar a la justicia. "Esto parecía difícil, ya que algunos de los jueces, muchos de ellos, son muy poco sensibles al proceso democrático ", declaró.
Abrió el acto, al que asistieron unas 1.500 personas, el presidente de la Federación de Barcelona del PSC, Isidre Moles, quien aprovechó para reclamar de una manera indirecta el referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN al citar el mantenimiento de esta consulta como uno de los éxitos del Gobierno socialista. El alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, al explicar la estrategia de los socialistas catalanes, dijo que habían conseguido "infiltrarse en la barriga del centralismo".
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