Un vaiven de dinero que no da tregua al mercado
La agilidad con que el papel y el dinero se vienen moviendo en los mercados de valores, proporcionando con ello unas cifras de negocio muy elevadas, continúa siendo la nota más destacada en lo que a la renta variable se refiere.Oferta y demanda juegan simultáneamente sus bazas sin concederse la tregua que a cualquiera de las dos les otorgaría una ventaja importante sobre el contrario. El dinero sigue acudiendo al mercado de acciones, dando la sensación de que las realizaciones de beneficios, posición adoptada por el papel, son una equivocación a medio plazo. La evolución del mercado de pagarés del Tesoro es una de las razones que alegan en su defensa los que piensan de esta manera.
Ya se negocian pagarés con un tipo de interés anual por debajo de un 8%, exactamente el 7,5%, aunque es de destacar el hecho de que la mejor retribución que ofrecen, a medida que se alarga el plazo de recompra, está desviando la atención, y los fondos, de los inversores hacia los pagarés negociados a un mes, en detrimento de los que hasta ahora eran los dueños de este mercado, con lo que podría pensarse que, puestos en la obligación de elegir, se prefiere la rentabilidad a la liquidez.
El que el dinero se refugie en activos con un plazo de recompra más dilatado y a bajos tipos de interés va a dar mucho que pensar a los analistas bursátiles, sobre todo a aquellos que dedican sus principales esfuerzos a la renta variable. El actual proceso que están atravesando las acciones recibe multitud de calificativos, según las diversas fuentes, por lo que no es extraño oír hablar al mismo tiempo de agotamiento, limpieza de fondos o consolidación de precios.
Una vez más hay que repetir que la última palabra la tiene el dinero, y, por el momento, el mercado no ofrece muchas más alternativas. En este sentido, es de destacar el escaso movimiento que está registrando el mercado de renta fija, aun cuando es previsible que las emisiones que ahora salen, en sus últimos tramos, habrán de acudir forzosamente al prorrateo.
Si se aísla la sesión del conjunto semanal, se observa que el cansancio fue una de sus constantes, aunque en conjunto oferta y demanda sostuvieron un duelo muy interesante a lo largo de la mañana. El que un valor cerrase con dinero imponía esa posición al siguiente, que, en ocasiones, no contó con la fuerza suficiente para oponerse al papel, con lo que dejaba para su inmediato sucesor la obligación de comenzar su turno remontando posiciones. Las diferentes alternativas del papel y del dinero solucionaron muy poco con vistas a establecer un pronóstico válido para la sesión de apertura del lunes próximo, pero es Seguro que casi todos se conformarían con que el mercado continuase ofreciendo este espectáculo.
Las 12 centésimas que se ganaron ayer significan casi lo mismo que la pérdida de la sesión anterior y, por el momento, les dan la razón a aquellos operadores que apostaron por una bolsa irregular durante algunas jornadas, y en las que el cruce de operaciones, sin grandes variaciones en los precios, debe traer consigo la consolidación de los niveles actuales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.