Huelga general en Atenas contra la política económica de Papandreu
Cerca de un millón de obreros y comerciantes paralizaron ayer Atenas en una huelga únicamente desaconsejada por la progubernamental Confederación de Trabajadores Griegos. Veinte mil manifestantes recorrieron el centro de la capital con lemas contra la política de congelación relativa de salarlos hasta fines de 1986, decretada por el Gobierno del PASOK para evitar el colapso económico de un país al borde de la insolvencia ante sus acreedores del extranjero.
"De cada mil dracmas que el griego gasta, sólo 920 son suyas, el resto es prestado", así ilustraba el premier Papandreu la situación de Grecia, benjamín de la Comunidad Económica Europea, que adeuda en torno a los 13.000 millones de dólares, cifra excesiva para una población de 10 millones de habitantes. Otra de las tareas de la economía griega es su presupuesto de defensa. Debido al miedo a Turquía, Grecia es el país europeo occidental que más gasta en defensa por habitante.Un decreto del pasado fin de semana penaliza con multas de hasta el 5% de sus beneficios a las empresas que autoricen subidas de salarios. La escala móvil de ajuste de éstos a la inflación siguen en vigor pero referida en adelanto a la inflación previsible por los técnicos del Estado y no a la resultante real.
Papandreu, que arrolló a la derecha en 1981 y se mantuvo con mayoría suficiente en las elecciones del pasado 2 de junio, arremete ahora contra las críticas económicas de la oposición conservadora y comunista: "Esos líderes demagogos que parecen no darse cuenta de la seriedad de la situación". Ésta es tan grave que el premier heleno ha suspendido su viaje a Estados Unidos. "Los primeros cuatro años los dedicamos a establecer más justicia social" explicaba Andreas Papandreu contra quienes le reprochan haber seguido una política alegre de avestruz, en vez de arremeter desde un principio contra una crisis sólo aplazada por la afluencia de nuevos créditos. Para el líder derechista de Nueva Democracia, Konstantin Michotakis, Papandreu engañó al electorado en las pasadas. elecciones al haberle dicho que Grecia "empieza a florecer económicamente". Anualmente se destina al servicio y ámortización de la deuda en torno al 18% del producto nacional bruto.
Hasta la fecha, Grecia era el paraíso europeo de la evasión de impuestos, cuyo pago, fue durante decenios algo heroico. Papandreu promete ahora tratar de delito grave el fraude y establece impuestos adicionales sobre los trabajadores autónomos.
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