El terremoto de México
Con referencia a los comentarios negativos de cierta Prensa nacional y extranjera sobre tareas del Gobierno mexicano frente a los daños causados fundamentalmente a la Ciudad de México, DF, por los seismos de los días 19 y 20 de septiembre pasado, considero mi deber proporcionar a usted algunos elementos informativos que con certeza permitirán precisar con objetividad y aclarar de manera suficiente y clara la situación que ha prevalecido en la capital del país.
1. Desafortunadamente hubo algunas personas que no lograron un rápido rescate de sus familiares, que se quejaron con exageración expresando que el Gobierno no había realizado esfuerzos suficientes, lo que fue aprovechado para publicar información ajena a la realidad.,
Cabe precisar que absolutamente todos los equipos de rescate, profesionales y voluntarios, se dedicaron inmediatamente a la tarea prioritaria de salvar vidas, por lo que en numerosos casos resultó totalmente desaconsejable utilizar equipo pesado o dinamita en áreas donde podrían existir personas atrapadas con vida, puesto que hubiera podido alterar el precario equilibrio y producirse el consiguiente derrumbe. Consecuentemente, técnicos cualificados decidieron continuar las labores siguiendo medidas cuidadosas para remover escombros que, si bien resultaron comparativamente más lentas, tuvieron en su momento la gran ventaja de su relativa seguridad, lo que se tradujo en un elevado número de personas rescatadas con vida. Al efecto, conviene citar los comentarios formulados públicamente por responsables de equipos franceses d rescate en el sentido de que en México se logró recuperar 41 personas vivas, frenta a solamente tres con ocasión del terremoto de Argelia y cinco en semejante desastre en Friuli, Italia.
2. Inevitablemente, a pesar de la inmediata reacción de las autoridades y solidaridad de los habitantes del distrito federal, ante la naturaleza imprevisible del desastre y la magnitud que alcanzó, los hechos rebasaron la organización en algunas instancias. Equipos de rescate extranjeros no siempre entendieron adecuadamente las complejas labores y ocasionalmente se produjeron ciertos problemas de comunicación por diferencias de idioma.
3. Sin embargo, las actividades de rescate pueden, sin duda, calificarse de prontas, acertadas y vigorosas.
4. El Ejército mexicano ha realizado labores de rescate en zonas donde no se dispone de técnicos especializados, voluntarios y equipo de salvamento. En otras áreas el Ejército cumplió con necesarias y lógicas funciones de vigilancia y mantenimiento del orden y la seguridad En el campo militar número 1 se han concentrado los bienes recuperados de edificios afectados, donde se entregan a quienes demuestren su propiedad.
5. Desde el viernes 20 de septiembre -es decir, un día después del primer seismo- comenzó la recepción de ayuda y equipos del exterior y se circularon listas de prioridades entre los diversos ofrecimientos extranjeros. Se abrió el espacio aéreo para todas las naves que fueron llegando, y nunca se sometió la ayuda extranjera a revisión aduanal por la lógica razón de estar en situación de emergencia. Los ofrecimientos se han estudiado con máxima seriedad y la aceptación de las mencionadas ofertas se han tomado siempre en consulta específica con las autoridades competentes, con objeto de aprovecharlas correcta y eficazmente.
6. La Secretaría de la Contraloría estableció, a partir del 19 de septiembre pasado, un sistema de registro computarizado de todas las donaciones recibidas del exterior para ayuda de emergencia para los damnificados del seísmo. En dicho registro se incluyen todos los vuelos llegados a México, tanto oficiales como privados, y la clasificación específica de los materiales recibidos, que totalizan 1.336 toneladas.
Setenta y ocho vuelos tuvieron como destinatario al Gobierno federal; 88 a la Cruz Roja mexicana; 36 a las embajadas extranjeras en México, y 18 a particulares. La carga recibida estuvo compuesta por 386 toneladas de instrumental y equipo médico, 59 toneladas de alimentos, 228 toneladas de maquinaria y vehículos, 70 toneladas de equipo de rescate, 151 toneladas de herramientas y accesorios, 1.15, toneladas de ropa y mantas, 314 toneladas de equipo para campamentos, y 13 toneladas de artículos diversos.
La distribución de los envíos destinados directamente a los damnificados opera mediante tarjetas nominales repartidas a 28.000 personas, que se encuentran alojadas en 124 albergues y 43 campamentos. Cada tarjeta nominal acredita el derecho a recibir, en el primer reparto, 10 piezas de ropa (dos nuevas y ocho usadas), un par de zapatos nuevos, artículos alimenticios y sanitarios.
En el segundo reparto se incluirán artículos semejantes, hasta agotar las existencias, particularmente de alimentos, vestuario y artículos de uso doméstico. Los centros de distribución se han establecido en gimnasios dependientes del Departamento del Distrito Federal, así como en bodegas de la misma dependencia del Ejecutivo-
. Embajador de México.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.