Francesca Bertini, actriz de cine mudo

Francesca Bertini, considerada como la diosa del cine mudo de su época, falleció el pasado domingo en Roma tras pasar los últimos años de su vida en la más absoluta pobreza. Nacida en Florencia nadie sabe en qué año (según ella, en 1891; según las enciclopedias, en 1888), hija de un propietario de una fábrica de lanas, debutó en el teatro a los 11 años. A los 16 rodó su primera película, La diosa del mar, y dos años más tarde se consagró con Assunta Spina, rodada íntegramente en las calles napolitanas.A los 20 años se casó con el conde Paul Cartier, de quien tuvo un hijo, y abandonó el cine, aunque continué trabajando en el teatro en Alemania, Francia y España, donde representó La dama de las camelias en todas las ciudades españolas importantes. Su última aportación en el cine fue hace 10 años, en el filme de Bertolucci Novecento. En 1981 fue homenajeada en el Festival de Cine de San Sebastián, donde su presencia suscitó una admiración popular superior a la que recibieron en su momento Sofia Loren o Liz Taylor.