Las tribulaciones de Adolfo Pastor
En unas recientes declaraciones radiofónicas, don Adolfo Pastor, concejal y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid, ha venido a decir:
1. "No sé en nombre de quién hablo".
2. "No sé a quién represento".
3. "No sé si estoy o no en el PCE".
4. "No sé si pertenezco a un partido político o a una organización especial".
5. "En las próximas elecciones, nos presentaremos solos. Mi lo que sea, no sé si se llamará PCE o qué. Lo único que sé es que se apellidará carrillista".
Es suficiente. Se ve que don Adolfo Pastor lo tiene claro. Eso sí, hay que agradecerle la sinceridad. Pero, en estos menesteres, no bastaba la sinceridad para seguir ostentando un cargo como el suyo en el Ayuntamiento de Madrid. En tales condiciones, y puesto que no representa a nadie, lo políticamente honesto ¿no sería que el señor Pastor hiciera un discreto mutis por el foro?
Si tal hiciese, agradecérselo habrían los antiguos electores que optaron por una candidatura en la que él figuraba y, de paso, evitaría que nadie pusiera en duda su honestidad política. Ánimo, señor Pastor, a ver si en las próximas elecciones sale usted elegido y se libra de ese torniquete kafkiano que ahora tortura su mente, sumida en penosa confusión.-
