El fondo de solidaridad del AES, una balsa en la tormenta

El fondo de solidaridad, recogido en el Acuerdo Económico y Social (AES), que anteayer cumplió un año, sigue su marcha, a pesar de las dificultades por las que atraviesa. La comisión tripartita (Administración, empresarios y el sindicato UGT) que aprueba la concesión de ayudas es, probablemente, la única del AES que prosigue con sosiego su andadura. Las ayudas abarcan desde los pequeños negocios familiares hasta las empresas de tecnología punta.

José González Colla posiblemente no podrá olvidar nunca la noche del pasado 12 de abril. Ese día, a las 22,30 horas, un artefacto explosivo cuya colocación se atribuye a un grupo terrorista palestino, causó en el restaurante que tenía en la carretera Madrid-Barajas -El Descanso- 18 muertos y 82 heridos. Meses después, del local, un pequeño chalé de tres plantas, sólo quedan en pie algunos muros maltrechos. Sin embargo, El Descanso muy probablemente volverá a funcionar. El fondo de solidaridad del AES ha concedido a José González 21.400.000 pesetas para la creación de 18 empleos.El fondo de solidaridad, dotado con algo más de 62.000 millones de pesetas, es uno de los instrumentos creados en el AES cuyo objetivo fundamental es conceder ayudas que favorezcan la creación de empleo.

Las ayudas tienen distinto destino y forma. Puede tratarse de subvención de intereses, de subvenciones de parte de los salarios de los nuevos contratados, o de asignaciones otorgadas a programas de formación. También pueden aprobarse para casos como el de El Descanso -un negocio familiar arrasado por el terrorismo- o para empresas de tecnología punta como Láser Cuanta, a la que se le han concedido 38 millones de pesetas para la creación de 31 nuevos puestos de trabajo en una primera fase.

Y de la tecnología punta, al campo. Las ayudas que tres cooperativas de,Madrigal de las Altas Torres pidieron en julio para explotar unas tierras que el ayuntamiento avilesino ponía a su disposición, se pidieron en julio y se aprobaron en septiembre. Se trata de 50 millones de pesetas para crear 28 puestos de trabajo.

Estos tres casos son claro ejemplo de cómo sectores muy diferentes acuden al fondo de solidaridad. Pero no son sólo las empresas las beneficiarias del fondo. Los sindicatos, las organizaciones patronales y la propia Administración también reclaman su ayuda.

En ayudas para contrataciolas organizaciones empresariales han conseguido hasta el pasado 30 de septiembre unos 6.215 millones de pesetas, incluyendo los 6.000 con los que se dotan los convenios de CEOE-Cepyme, de los que se beneficiarán unos 36.200 trabajadores. Para actividades formativas se ha aprobado la concesión de 127 millones de pesetas.

Las grandes patronales como la de armadores de buques (ANAVE) o la del metal (Confemetal), son de las que más reciben con 20 y 71 millones respectivamente. Pero también hay algo, poco, para los pequeños. La Confederación Empresarial Turolense y la Asociación Provincial de Empresarios Fabricantes y Expendedores de Pan de Huelva tienen aprobadas algo más de 50.000 pesetas cada una.

Los sindicatos han sido más parcos. Las a yudas que se les han concedido suman 2.123 millones, de los que 2.000 se incluyen en un acuerdo UGT-Fomento del Trabajo Nacional sobre formación. Las federaciones de construcción y textil-piel de UGT reciben 10, y 4 millones de pesetas, respectivamente, y merece la pena detacar los 49 millones concedidos a la federación de comercio de CC OO, sindicato que no firmó el AES.

La Administración también ha acudido a estos fondos. Por ejemplo, la Dirección General de Cooperativas cuenta con casi 630 millones de pesetas y el plan de formación rural que realiza el Instituto Nacional de Empleo se ha dotado con más de 3.000 millones.

En definitiva, el fondo de solidaridad ha cubierto multitud de frentes. Y por pedir se han pedido ayudas hasta para instalar una casa de masajes eróticos en una pequeña provincia. La solicitud no fue atendida.