Cautela en el PSOE y Alianza Popular tras las declaraciones de Calviño contra Fraga

La mayor cautela presidió ayer las reacciones suscitadas por las declaraciones efectuadas a Radio Nacional de España en la noche del martes por el director general del Ente Público RTVE, José María Calviño, quien aseguró que hará lo posible, a título meramente personal, "para que don Manuel Fraga no vuelva a gobernar". Sin embargo, y pese al laconismo de las declaraciones oficiales de AP y del PSOE, los rumores acerca de un próximo cese de Calviño se extendieron ayer en medios parlamentarios socialistas.

Respecto al nuevo contencioso, el portavoz gubernamental, Javier Solana, se limitó a señalar que la gestión de Calviño le parecía "globalmente positiva", y acusó a la oposición de abordar el asunto con "falta de imaginación" y con "estrechez de miras", ejerciendo "una presión desmesurada e injusta" en relación con la gestión del director general del Ente. Sin embargo, Solana admitió que las declaraciones efectuadas por Calviño "no son excesivamente afortunadas".Las especulaciones sobre un cese de Calviño surgieron a raíz de haberse divulgado la existencia de una entrevista entre el presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Eduardo Martín Toval, y el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra. Martín Toval aseguró que no se celebró tal reunión, a pesar de que fuentes del Grupo Parlamentario Socialista indicaron que había acudido a la Moncloa.

"Jefe de la censura"

Pese a los ataques vertidos por Calviño en sus declaraciones contra Fraga y contra el dirigente de Alianza Popular Carlos Robles Piquer, a quien calificó de "jefe de la censura durante el franquismo", los portavoces conservadores se mostraron comedidos en su reacción ante las palabras del director del Ente: "Este hombre se ha hecho él solo su funeral, rompiendo nuevamente el pacto constitucional, pero nosotros no entraremos a ese toro de crispar el ambiente", dijo Rogelio Baón, consejero popular de RTVE.Una nota oficial de AP señaló que, aunque las declaraciones de Calviño "son merecedoras de rectificación y reparación a través de las correspondientes actuaciones judiciales, es preferible no emprender acción alguna de este tipo, para no perturbar el ambiente de diálogo establecido entre el jefe de la oposición y el presidente del Gobierno, después de sus últimos encuentros".

Calviño había dicho, en manifestaciones a Radio Nacional en Valencia: "Me niego a creer que la trayectoria democrática de Felipe González pueda aceptar una propuesta tan increíble como que se reparta una tarta que es la radiotelevisión pública de acuerdo con Manuel Fraga". Calviño aseguró que no hay ningún pacto sobre la OTAN: "Ni mi cabeza vale una OTAN, ni hay ningún pacto sobre la televisión". Calificó a Fraga de "el ministro del franquismo más duro y más represor en el tema de las libertades" y aseguró que, a título personal, hará lo posible "para que don Manuel no nos vuelva a gobernar". El director general del Ente no quiso hacer ayer comentarios sobre estas manifestaciones; y un portavoz de TVE se limitó a señalar que no había "ninguna precisión" que hacer a sus palabras en Valencia.

Fraga, abordado por los periodistas en el aeropuerto de Barajas, antes de emprender viaje al Reino Unido, donde asistirá al congreso del Partido Conservador británico, calificó de "increíbles" las declaraciones de Calviño, contra quien AP emprendió a comienzos del verano una campaña de recogida de firmas al estimar que faltaba imparcialidad en el tratamiento dado a la oposición en TVE. El dirigente conservador acusó a Calviño de "torpedear las conversaciones entre la oposición y el Gobierno", y de propiciar una nueva ruptura del pacto constitucional. Fraga se mostró seguro "de que el Gobierno lo tendrá en cuenta".

Las fuentes socialistas consultadas fueron extraordinariamente circunspectas a la hora de comentar las palabras de Calviño, y se limitaron a subrayar la reacción moderada de AP.

Ello llevó a que distintos medios políticos expresasen ayer su creencia de que el Gobierno podría solicitar en breve la dimisión a Calviño, anticipándose a la reforma legal del estatuto de RTVE. Esta reforma se hará mediante una proposición de ley del Grupo Socialista, y no como proyecto de ley del Gobierno.