El partido socialista pierde el poder en favor de los socialdemócratas en las elecciones portuguesas

El Partido Socialdemócrata (PSD), de Aníbal Cavaco Silva, obtenía anoche en torno al 30% de los votos válidos, cuando se había escrutado el 90% de los sufragios. Estos resultados sitúan a los socialdemócratas en el primer lugar, relegando al segundo puesto al gobernante Partido Socialista (PS) de Mario Soares, que sólo había logrado el 20,5% en el último recuento, cifra que representa una caída de 16 puntos respecto a su 36% de las elecciones generales de 1983. En tercer lugar se situó el recién creado Partido Renovador Democrático (PRD), de los seguidores del presidente de la República, Antonio Ramalho Eanes, con un 17%.

El nuevo cuadro político portugués se completa con el cuarto puesto para los comunistas, que se presentaron bajo el nombre de Alianza Pueblo Unido (APU), con un 15%. Por último, los democratacristianos del Centro Democrático y Social (CDS) bajaron su votación de un 11% en las últimas elecciones al 9,9% obtenido ayer.La abstención fue calculada anoche en torno a un 25%, la más alta en la historia reciente del país.

El pricipal perdedor de las elecciones de ayer es el PS, que no sólo no conquista el 43% que pe día al electorado para tener "una mayoría para gobernar", sino que, con una caída de más del 15%, pierde el primer lugar en favor del PSD.

Según las últimas previsiones oficiales, el PSD tendrá 86 de lo 250 escaños del Parlamento; el PS 56; el PRD, 44; los comunistas, 38; el CD S, 21; y la Unión Democrática Popular (UDP, extrema derecha), un escaño.

Las cifras parciales más importantes indican que en la capital Lisboa, el ganador fue el PSD, con más del 25% del electorado, seguido por el PRD, con el 21%, y de APU, que obtuvo el 20%. El PS fue relegado al cuarto lugar con poco más del 19%. El PSD también ganó en Oporto, Santarem, Castelo Branco, Aveiro y Faro, entre otras ciudades importantes. APU fue la primera fuerza en Setúbal, donde tradicionalmente han dominado los comunistas.

El candidato socialista a primer ministro, Antonio de Almeida Santos, admitió anoche su derrota y felicitó a su rival del PRD, Aníbal Cavaco, por su triunfo. "El PS perdió la batalla, pero no la guerra", dijo Almeida, y reiteró que Mario Soares, el actual primer ministro socialista, se presentará a las elecciones presidenciales de comienzos de 1986. Afirmó además que el PS ejercerá en el parlamento una "oposición constructiva", y advirtió que el PRD, pese a la insuficiente victoria lograda ayer, "tiene la obligación" de resolver los problemas que ahora se presentan para formar un gobierno sólido.

De hecho, ninguna mayoría natural emerge de los comicios, y ni siquiera el PSD puede esperar conseguirla con el apoyo de los diputados democristianos, como había anunciado que lo haría el líder socialdemócrata en caso de victoria de su partido.

La euforia que se verificaba en el cuartel general de los eanistas, instalado en un gran hotel de Lisboa, a unos centenares de metros del del PSD, era plenamente justificado. El PRD, creado en julio último, ha sobrepasado sus propias expectativas de constituirse en un grupo parlamentario de tres decenas de miembros con el poder de arbitrar en el futuro Parlamento.

El PRD, que escogió como símbolo electoral la balanza, ha anunciado ya que no pretende entrar en ninguna coalición o alianza gubernamental. Sin embargo, el líder eanista, Herminio Martinho, admitió anoche la posibildad de establecer un acuerdo que posibilite la formación de un nuevo Gobierno, mediante un pacto parlamentario.

Pero la experiencia del primer Gobierno minoritario, socialista, presidido por Mario Soares de 1976 a 1978, muestra que semejante fórmula es, en Portugal, más estable que cualquier coalición: la coalición socialdemócrata-democristiana, pactada antes de las elecciones de 1979 y de 1980, estuvo en el poder hasta abril de 1983, pero con una serie de crisis que provocaron, en este intervalo, tres cambios de Gobierno.