Un grupo de afectados por el 'rififí' presentará una querella contra el Hispano

Un grupo de afectados por el atraco del que el 15 de agosto pasado fue víctima una sucursal del Banco Hispano Americano en Barcelona presentará una querella criminal por imprudencia contra los responsables de la entidad bancaria, según anunció ayer a este periódico el abogado Ramón Solé, quien manifestó que no había tomado ninguna decisión hasta tener en sus manos el informe técnico pedido a un equipo de expertos sobre las medidas de seguridad adoptadas en la cámara acorazada. El informe es contundente al afirmar que las medidas de protección en la cámara de la sucursal eran anticuadas.El abogado Ramón Solé tiene los poderes de 30 personas, todas ellas afectadas por el rififí de los italianos. Según el letrado, el volumen de lo denunciado por cada uno de ellos oscila entre los dos y los cinco millones de pesetas.

Jubilados, profesionales liberales o pequeños empresarios son los titulares de la mayoría de las cajas de seguridad desvalijadas que ahora, a la vista del informe técnico privado que han solicitado, han decidido emprender acciones judiciales

El citado trabajo pericial ha sido llevado a cabo por una importante empresa del sector de seguridad, radicada en Barcelona. El estudio describe las medidas electrónicas de seguridad existentes: "El recinto está protegido por un detector de micro-ondas radar modelo R M 150 de medio alcance y una apertura de 150 grados, colocado a una altura de 2,20 metros, en una esquina de la cámara".

A continuación, el informe de los peritos valora la protección de la cámara: "Esta protección consideramos que es insuficiente, puesto que quedan muchas zonas no cubiertas por el citado detector", dice, "debido a las islas de las cajas de alquiler del centro de la sala que no permiten el paso de las micro-ondas al resto del local, no realizando la función de protección total".

Además, establece consideraciones sobre la antigüedad de estas medidas protectoras cuando establece que "Ias nuevas tecnologías aplicadas a los detectores volumétricos radar no permiten, gracias a sus circuitos anti-masking, el enmascaramiento del detector aun en estado de reposo del mismo o en el caso de doble bucle de protección, el acercamiento a los mismos de algún cuerpo sólido, puesto que se realizaría un disparo efectivo de la alarma".

La querella criminal se interpondrá en una fecha todavía por determinar, pero dentro del mes de octubre, según manifestó Ramón Solé.