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El tráfico de cocaína

El único testigo

La Audiencia Nacional decide esta semana sobre la extradición del colombiano Jorge Luis Ochoa

La Sección Segunda de la Audiencia Nacional decidirá en los primeros días de esta semana sobre las peticiones de extradición contra Jorge Luis Ochoa Vázquez, ganadero colombiano de reses bravas, solicitadas por los Gobiernos de Estados Unidos y de Colombia. EE UU le acusa de tráfico de cocaína, y Colombia, de falsedad de documentos públicos. La petición de extradición dé EE UU tiene como única fuente de información el testimonio del ciudadano norteamericano Adler Berriman Seal, traficante de cocaína.

La petición de extradición de EE UU que se recibió en España el 7 de octubre de 1984, se basa en tres declaraciones testificales, además de un documento fotográfico, según la defensa de Ochoa. Sin embargo, de las tres declaraciones sólo dos hacen referencia a Jorge Luis Ochoa. Éstas son la de Seal y la de Errist Jacobsen, agente del Drug Enforcement Agency (DEA, unidad de lucha contra la droga, dependiente del Departamento de Justicia norteamericano), que utiliza como fuente de información al propio Seal. La tercera declaración corresponde a otro agente de la DEA, Robert Joura.

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Respecto al documento fotográfico, muestra a Pablo Escobar, senador suplente de Colombia y supuesto cómplice de Ochoa, con unos sacos en las pistas de un aeropuerto. La parte americana sostiene que estas pistas pertenecen al aeropuerto militar de Los Brasiles, de Nicaragua, y que los sacos contienen cocaína.

Seal fue condenado el 17 de febrero de 1984 por el Tribunal del Distrito Sur de Florida (EE UU) a 10 años de cárcel por tráfico de estupefacientes. Asimismo fue acusado el 14 de mayo de ese mismo año, y ante el mismo tribunal, de 13 delitos de tráfico de cocaína. La pena que se solicitó fue de 100 años. Tras la negociación de Seal con el fiscal del caso el Gobierno retiró 11 imputaciones, quedando en libertad condicional. Igualmente, el 8 de enero de este año fue declarado culpable de dos delitos de tráfico de 210 kilogramos de cocaína ante el Tnibunal del Distrito Central de Luisiana (EE UU). La pena solicitada fue de 15 años, reducida posteriormente a cinco años en libertad condicional. Melitino García Carrero, fiscal que lleva el tema ante la Audiencia Nacional, argumentó en la vista pública del juicio de extradición que la declaración de Seal no era descalificable por su pasado de delincuencia, ya que actuó para obtener información para la DEA. A su vez, García Carrero señaló que las declaraciones de los dos agentes de la DEA eran válidas, ya que éstos controlaban a Seal. La declaración de Seal ante el Tribunal Federal del Distrito Sur de Florida señala que "el declarante fue condenado por dos cargos de delitos mayores de tráfico de drogas el 29 de marzo de 1984". Seal añade, en la declaración efectuada ante James Lawrence King -juez del distrito federal de Florida-, que "antes de recibir la sentencia de 10 años de encarcelamiento por dichos cargos me ofrecí para cooperar con la DEA a cambio de un acuerdo del Gobierno de EE UU de informar sobre mi cooperación al tribunal sentenciador y de concesión de inmunidad judicial".

"El 7 de abril de 1984 me reuní con Jorge Ochoa, Pablo Escobar, Fabio Ochoa, Juan David Ochoa y Pablo Correa en la residencia de Ochoa, en Medellín (Colombia). Ochoa me dijo que tenía una fuente de abastecimiento inagotable de cocaína para transportarla en avión a EE UU. Yo quedé en transportar en avión una carga de 1.500 kilogramos de cocaína a EE UU lo antes posible. ( ... ) Ochoá y yo quedamos en que yo volaría con ( ... ) Félix Bates (copiloto de Seal) a Colombia para recoger los 1.500 kilogramos de cocaína. Desde ese lugar la cocaína sería transportada en avión a Misisipí", agrega.Sandinistas"Una vez aquí, la carga sería dividida: 750 kilogramos se entregarían a Carlos Lito Bustamante, en Miami, y los otros 750 kilogramos serían transportados a Los Ángeles ( ... ). Según me constaba, Bustamante era el jefe de uno de los grupos de distribución, ubicado en Miarni, que trabajaba para la organización Ochoa", dice Seal en su declaración, a la que ha tenido acceso este periódico. "En la reunión celebrada en el domicilio de Ochoa ( ... ), Jorge Ochoa me dijo que él había conseguido una.pista de aterrizaje de unos 915 metros en Nicaragua. Asimismo, me dijo que él había llegado a un acuerdo secreto con los sandinistas de Nicaragua, en virtud del cual ellos le prestarían asistencia para agrandar el campo de aviación y construir un hangar allí. Ochoa dijo que una de las razones por la que él pensaba utilizar un campo de aviación en Nicaragua era que un avión podía de esa manera transportar menos combustible y tener más espacio para llevar más cocaína en cada carga", prosigue la declaración.

Sin embargo, el Gobierno nicaragüense, mediante una declaración firmada por la viceministra de Justicia, Alba Luz Ramos, "rechaza en términos absolutos las falsas acusaciones que hace el Gobierno norteamericano, cuyo objetivo es eminentemente político, dirigido a desacreditar a nuestro país y a justificar la ilegal guerra de agresión promovida y dirigida por Estados Unidos". Respecto a este punto y todo lo relacionado con el asunto, la Embajada de EE UU en Madrid se ha negado a aportar dato alguno, remitiéndose al próximo fallo de la Audiencia.

Decomiso del envío

La declaración de Seal continúa señalando que, tras varios problemas surgidos a raíz de la lucha contra el narcotráfico emprendida por el presidente colombiano, Belisario Betancurt, se reduce el primer envío de cocaína a EE UU y se prepara una carga de 680 kilogramos para su traslado a Miami. Según Seal, para el envío se utiliza el aeropuerto militar nicaragüense y un laboratorio de tratamiento de la droga en Managua. A su vez entran en escena los agentes de la DEA Jacobsen y Joura, que se hacen pasar por empleados de Seal.

"El 24 de junio de 1984 volé a Managua", añade Seal, "en un avión C-123. Llevé conmigo 422.000 dólares para hacer entrega a Escobar". El día 25 de ese mismo mes, según Seal, su avión Fue cargado con 1.500 libras de cocaína (unos 680 kilos) y se tomaron las fotografías que forman el documento gráfico de la petición de extradición.

Finalmente, siempre según la declaración de Adler Seal, el envío llega a Miami el 27 de junio de 1984, donde será requisado por la colaboración entre Seal y la DEA.

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