Así les fue, así nos irá
Las explicaciones oficiales de la baja en el impuesto sobre Ia renta nunca han citado una de sus principales causas: que se trata de algo necesario para aplicar con éxito el impuesto sobre el valor añadido (IVA). Así lo demuestra la experiencia de los numerosos países que tienen dicho impuesto sobre las ventas.El dato, también olvidado durante el debate que ha rodeado el paso del proyecto de ley por las Cortes, se une a otros ya conocidos para poner de relieve la importancia de la futura estrella de la fiscalidad. De cada 100 pesetas que se produzcan en España a partir del próximo año, algo más de cinco irán a parar al Estado mediante el IVA. El fisco recauda actualmente gracias al impuesto sobre la renta unas 4,5 de cada 100 pe setas del producto interior bruto (PIB). Este PIB no es ni más ni menos que el valor añadido generado cada año por toda la actividad económica.
Al dar cuenta de la baja en las retenciones y luego en la tarifa sobre la renta, los portavoces del Gobierno se han referido siempre a la necesidad de estimular el consumo privado, fundamentalmente desde el momento en que fallaron las exportaciones como motor del crecimiento económico. Asimismo él debate de las repercusiones del IVA ha estado centrado, por este orden, en cuánto recaudará, las subidas de precios, el mayor o menor impacto en cada sector económico, en las exportaciones y en la inversión.
Para compensar todas estas repercusiones han sido anunciadas medidas correctoras, casi todas aún no definidas públicamente. En cambio, una de las más comunes e importantes adoptadas en otros países ya está decidida en España, aunque se ha presentado bajo motivaciones colaterales: la baja del impuesto sobre la renta. Pero la propia instrumentación de la medida, que ha seleccionado sus claros beneficiarios en rentas inferiores al millón de pesetas, indica que el objetivo ha sido similar al de dichos países: corregir los efectos regresivos del IVA, que castigará comparativamente más a las personas con menor poder adquisitivo.
Concretamente, bajaron en su momento el impuesto o los impuestos sobre la renta Austria (enero de 1973), Dinamarca (julio de 1967), Francia (enero de 1968), Holanda (enero de 1969), Noruega (enero de 1970) y Suecia (enero de 1969), por citar sólo los europeos. En el Reino Unido fue eliminado un impuesto selectivo sobre el empleo.
Pese a esta y a otras decisiones -desde controles de precios o aumento de transferencias a devaluaciones, subidas de salarios, etcétera-, en algunos países se elevaron los índices de precios al consumo. En Dinamarca fueron, achacados al IVA cinco de los ocho puntos de incremento; en Holanda, 1,5 sobre 6,2; en Noruega, 5,8 de un total de 7,8; en el Reino Unido, 0,7 de los 4,9 totales.
En España, el Gobierno ha estimado que las subidas de preciosestarán por debajo del 2%, aunque en medios empresariales y en estudios privados se considera muy conservadora esta cifra. Nadie duda de que, incluso con subidas globales moderadas, su reparto las hará espectaculares en algunos sectores. Siguiendo la clasificación del índice de precios español, uno de los estudios atribuye más del 5% a los servicios médicos y a la conservación de la salud, por encima del 4% al vestido y calzado, y cerca del 3% a los muebles, enseres domésticos, entretenimiento y servicios de hogar.
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