_
_
_
_

Decepción por la ausencia de miembros del Gobierno en el seminario sobre Israel

El Seminario Internacional España-Israel: perspectivas y problemas, organizado en Toledo por la sección española de la Asociación de Periodistas Europeos, se está desarrollando con cierto aire de pesimismo y desesperanza por parte de la representación judía. La sesión de ayer contó con la intervención del ex ministro José María de Areilza.

El hecho de que ningún miembro del actual Gobierno español haya participado en este encuentro, aunque en principio estaba previsto en el programa, ha extrañado a la delegación israelí.

Esta circunstancia ha sido, interpretada por muchos asistentes como un síntoma de que las relaciones diplomáticas entre España e Israel pueden demorarse más de lo esperado: "Si las tácticas dilatorias se llevan más lejos, el impacto sobre Israel será destructivo, incluso, si antes de las próximas elecciones Felipe González no cumple lo prometido", señaló Yaakov Reuel, jefe del equipo editorial del Jerusalén post, el periódico más influyente de Israel. El periodista añadió que "si no, más vale decirlo claramente".

Reproche a Arefiza

La dureza y la amargura por la prolongación de una situación que para los oradores tanto españoles como judíos no tiene justificación, se vio también en las declaraciones de Salomó Seruya, vicepresidente del Consejo Sefardí de Jerusalén: "La democracia y el liberalismo político español", dijo, "no se conseguirá plenamente hasta que se haga justicia con el pueblo judío".En este seminario en el que participan destacados representantes de la política judía y española, causó gran sorpr9sa un reproche que Seruya le hizo a su compañero de mesa José María de Areilza, ex ministro de Asuntos Exteriores, cuando le recriminó que él, ocupando este puesto en años de la transición, estuvo en condiciones para establecer relaciones diplomáticas "y no lo hizo". "Esto para nosotros causó una gran decepción", precisó el representante israelí.

A pesar de este ambiente de incertidumbre, todos los asistentes coinciden en señalar que la apertura de relaciones con Israel ha de producirse paralelamente al ingreso en la Comunidad Económica Europea, pues "sería inaceptable que España entrara sin tener relaciones con Israel", señaló José María de Areilza. El ex ministro expuso una serie de motivaciones históricas que justifican, a su juicio, el aislamiento entre ambos países, como el apoyo que España obtuvo en las Naciones Unidas por parte de los países árabes al reivindicar la españolidad de Gribaltar. No obstante, concluyó Areilza, "adoptar odios ajenos es un signo de domesticidad".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_