El abogado de Ruano pide la autopsia de la anciana presuntamente asesinada

Carlos Vinadet, abogado de Miguel Ángel Ruano -procesado por los presuntos delitos de intrusismo médico, estafa y asesinato- ha presentado un recurso de reforma ante el juez y, subsidiaria mente, de apelación ante la Audiencia Provincial en los que solicita la realización de la autopsia del cadáver de la víctima, María, Cristina Crerar Chávarri, así como un informe del médico forense sobre las causas que motiva ron su fallecimiento.El abogado ha pedido también un careo entre su defendido y el apoderado del Banco de Santander que presenció la transferencia, de 3.640.000 pesetas que María Cristina Crerar puso a disposición de Ruano, según el recurso, a cambio "de poder permanecer en la residencia atendida al ciento por ciento mientras viviera".

El abogado afirma que su cliente nunca se hizo pasar por médico aunque no decía nada cuando los ancianos de la clínica La Fe, de 12 que Miguel Ángel Ruano era director gerente, al verle con la bate blanca le llamaban doctor. "Lo más que puso fue una inyección", manifestó Vinader.

El recurso afirma que Miguel Angel Ruano no recetó nunca aunque, como gerente, cuidaba de que a los enfermos se les atendiera debidamente y se les facilitara la medícación prescrita. El -abogade reconoce en su recurso, presentado el pasado 4 de septiembre, que elacusado "fue uno de los muchos estudiantes frustrados" y abandonó la carrera de Medicina en el tercer curso. Hizo el servicio militar en Sanidad y, posteriormente, "todas sus actividades estuvieron relacionadas con la medicina, pero sin ejercer como médico". Así, Ilegó a adquirir la clínica de ancianos La Fe, de la que nombró director médico a su cuñado, el capitán médico del Ejército del Aire José Francisco Guitard. Según su abogado, Ruano obtenía unos beneficios líquidos mensuales de 600.000 a 700.000 pesetas.

"Operación normalísima"

Sobre la transferencia del dinero que hizo María Cristina Crerar a la cuenta de la residencia, Vinader afirma que se trató de una operación "normalísima en las res¡dencias de ancianos", que se hizo abiertamente y en presencia de un apoderado del Banco de Santander.

Según el recurso, el piocesamiento por asesinato sólo se basa en la acusación de la doctora Remedios Novo Leiva, empleada en la clínica La Fe, que declaró que la medicación administrada a Cristina Crerar (Haloperidol y Valiurn) no era la adecuada. El recurso califica de paradógica esta declaración "pues era sólo ella quien se lo prescribía y suministraba". Para el abogado Vinader, el supuesto envenenamiento "ni está acreditado ni se intentó acreditar". No se practicó la autopsia (obligada en base al artículo 343 de la ley de Enjuiciamiento Crimínal) ni se pidió informe del médico forense".

Por su parte, Pilar Guitard, esposa de Ruano y hermana del otro procesado, no ha querido hacer declaraciones. "Estamos pasando un mal momento", explicó, "y prefiero no decir nada ahora. No me encuentro capacitada en este momento para explicar nada".