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Felipe González alaba la economía china, en un momento de recesión mundíal

El presidente del Gobierno español, Felipe González, conversó ayer durante 50 minutos con el hombre fuerte de China, Deng Xiaoping. González declaró por la tarde que entre los Gobiernos de ambos países había "un notable grado de coincidencia" en las materias internacionales y alabó el "desarrollo espectacular" de la economía reformista china, que se produce precisamente en un momento que calificó de "recesión mundial"'. En una conferencia de prensa que celebró ayer por la tarde, Felipe González aseguró que no había tratado el tema de la permanencia de España en la OTAN en sus conversaciones con los dirigentes chinos y añadió que, no obstante, tenía la impresión de que las autoridades de Pekín "entienden la situación española".

Felipe Gánzález comenzó ayer su jornada entrevistándose con el secretario general del Partido Comunista Chino, Hu Yaobang, que le informó de la celebración del próximo congreso de su partido, del que depende la continuación, con algunas posibles correcciones atemperadoras, de las reformas económicas emprendidas por Deng Xiaoping, y del proceso de rejuvenecimiento del régimen, con la jubilación de los más veteranos responsables gubernamentales. Ayer mismo, la Prensa de Pekín dedicaba sus primeras páginas a contar cómo se habían nombrado cinco nuevos ministros que, se recalcaba, "tienen menos de 60 años y poseen formación universitaria".Fue precisamente la edad de González la que levantó elogios de Deng Xiaoping al comienzo de los 50 minutos de conversación que ambos mantuvieron en el Gran Palacio del Pueblo, de Pekín. Deng, vestido con un traje de corte Mao de color gris, recibió con una anchísima sonrisa a González y le condujo a un amplio salón, en el que, a la manera china, los miembros de las dos delegaciones se sentaron en unos sofás cubiertos por fundas que habían sido dispuestos en semicírculo. Los periodistas pudieron asistir al intercambio de las primeras frases de cortesía.

"Usted es un presidente muy joven, por eso es usted muy feliz. Yo, como veterano muy viejo que soy, admiro su suerte", digo Deng después de dar la bienvenida a González. "Yo admiro su experiencia", contestó González. Con una sonrisa que parecía aumentar por minutos, Deng concluyó: "Usted es como el Sol saliente del Este, y yo, como el Sol poniente del Oeste".

El Rey y los pandas

Luego Deng recordó el viaje de los Reyes a Pekín, hace siete años: "El rey de España", dijo, "me pidió que le regalara un oso panda, y yo le dije que uno solo vive muy aburrido; por eso le regalé dos". "Los Reyes", contestó González, "quedaron muy impresionados de su visita y con ganas de volver".

Durante este viaje,- González parece haberse contagiado de algunos tics verbales chinos. Así, calificó de feliz el resultado de su visita y por dos veces repitió en la conferencia de prensa que celebró por la tarde un proverbio que le había enseñado Deng: "Gato blanco o gato negro, da igual; lo importante es que cace ratones"'.

Además de constatar "el notable grado de coincidencia" que había observado en su encuentro con los dirigentes chinos en las conversaciones mantenidas sobre política internacional, González dijo que se había decidido a profundizar las relaciones culturales. Varias decenas de funcionarios chinos -algunos de los cuales son diplomáticos que van a ser destinados a Latinoamérica- irán próximamente a España a perfeccionar su castellano.

González subrayó también el capítulo económico como "el más destacado de su visita". Los 32 empresarios que le han acompañado en este viaje -experiencia ésta que González dijo que piensa repetir- han mantenido durante dos días 130 entrevistas con responsables de las diversas ramas de la economía china, informó el presidente del Gobierno.

González recalcó la importancia del compromiso alcanzado estos días en Pekín para que España construya en China una refinería de petróleos. Los 300 millones de dólares (unos 50.000 millones de pesetas) que costara el proyecto convierten esta obra, dijo, en la tercera inversión de importancia hecha en China con capital extranjero.

Gibraltar, en Pekín

Con respecto a sus intercambios de información sobre los procesos de descolonización de Hong Kong y Gibraltar, González dijo que había elementos idénticos, como los deseos de Madrid y Pekín de considerar indiscutibles sus soberanías y la disposición de respetar a las poblaciones autóctonas de ambas colonias. En el caso de Gibraltar, dijo, "no tenemos que añadir la fórmula de un solo país, dos sistemas", como hacen los chinos al referirse a los sistemas capita listas imperantes en Taiwan y Hong Kong, cuyos territorios pretenden recuperar. -

Un capítulo aparte de esta visita ha sido el de la petición de apoyo a Pekín para la designación de Barcelona como sede de los Juegos Olímpicos de 1992. Los chinos, dijo González, han mostrado su "clara simpatía" por este proyecto. Ayer González concluyó su jornada en Pekín asistiendo a una velada artística en el Gran Palacio del Pueblo. Hoy, su homólogo Zhao Ziyang le despedirá en el aeropuerto de Pekín, desde donde emprenderá una visita privada a Xi'an y Shanghai.

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