Escasas esperanzas de que sobreviva la niña de 10 años golpeada por su padre

La niña de 10 años Ana Rodríguez Fisteus, golpeada en la cabeza por su padre el pasado domingo en la localidad coruñesa de Melide, tiene muy pocas posibilidades de sobrevivir, dado el estado gravísimo en que se encuentra, según afirmaron ayer fuentes del Hospital General de Galicia, en Santiago de Compostela, en cuya unidad de cuidados intensivos se halla internada. Su padre continúa ingresado en la sala de agudos del hospital psiquiátrico de Conxo.

Según el parte médico facilitado por el centro a las nueve de la mañana de ayer, la situación de Ana Rodríguez "es de coma grado 4, hemodinámicamente estable, manteniendo las constantes vitales y sometida a ventilación mecánica. Situación clínica muy grave". El estado de coma grado 4, según afirmó ayer el director del hospital, José Ramón Fernández Lorenzo, implica "una situación muy límite, con ausencia total de consciencia, falta de respiración natural y una afectación neurológica importante". La niña ya se encontraba inconsciente en el momento de su ingreso en el hospital, aunque su estado ha ido empeorando -a las dos horas de su ingreso, precisó respiración mecánica- y, según el doctor Fernández Lorenzo, "tiene pocas esperanzas de vida", aunque añadió que Ana Rodríguez "no sufre".Ana fue golpeada por su padre -sastre de profesión- con una vara de medir cuando se encontraba jugando en el taller paterno, en Melide. El padre, Manuel Rodríguez, continúa ingresado por orden judicial en el hospital psiquiátrico de Conxo en Santiago; en concreto, en la sala de agudos, donde se le está sometiendo a diversas exploraciones, no explicadas por el centro, que se negó a facilitar otro tipo de informaciones sobre el estado del agresor.

Un niño de 12 meses, Alejandro Fernández Casares, estuvo ingresado durante 18 días en el hospital de la Seguridad Social de Cabueñes, en Gijón, por presuntos malos tratos de su padre, Santiago Fernández, según informa Mario Bango. El niño fue devuelto a sus padres, pese a que la abuela materna, que fue quien denunció el caso y trasladó al niño al hospital, recurrió ante los tribunales de justicia para lograr la patria potestad del muchacho. El padre de Alejandro declaró en el juzgado que había dado un bofetón al bebé en un momento de nerviosismo.

Por otra parte, Francisco Guillén y Miguel Pinar han sido detenidos en Barcelona por la policía acusados de haber maltratado a dos niños de cuatro años, uno, y de pocos meses, el otro, que han sido ingresados en el hospital de Nuestra Señora del Mar con hematomas en todo el cuerpo y quemaduras de primer y segundo grado en las manos, pies y nalgas.