El Atlético, un equipo armado y potente para la Liga

El Atlético ganó su trofeo, el Villa de Madrid, pero convenció algo mucho más importante. El Sevilla del próximo domingo, ya en la primera jornada de la Liga no será lo mismo, pero las esperanzas atléticas con vistas a la nueva temporada se confirmaron anoche en el estadio Vicente Calderón.El equipo de Luis Aragonés, mucho más armado que la pasada campaña, amenaza con hacer estragos ante el mejor aspirante. Y no será una sorpresa. El Gremio de ayer no debió de ser el mismo que ganó al Barcelona 14 final del Torneo de Palma, pues entonces empezaba su gira veraniega y anoche le faltaban dos horas para regresar, cansado, a Brasil. Pero pudo dar gracias a que sólo perdió por 2-0 porque corrió serio peligro de haber sufrido una goleada de escándalo. Sólo a partir del cuarto de hora inicial del encuentro, y hasta los minutos finales de la primera parte, contagió con el habitual juego empalagoso brasileño al Atlético. Y, como encontró un aliado en Rubio, el delantero que sobra en el ataque rojiblanco, de ahí el 0-0 del descanso. El mismo extremo desaprovechó la mejor ocasión al rematar demasiado cruzado un pase de Setién.

Al Atlético, incluso en esa fase inferior, sólo le faltó tino en los disparos porque la entidad del medio campo, con el nuevo media punta Quique Setién de gran comodín, Landáburu repartiendo juego con algún pase espléndido, Marina por la derecha y Quique por la izquierda, se mostró magnífica. Los goles tenían que llegar y en cuanto entró Cabrera, menos filigranero que Rubio, pero más peleón, Da Silva pudo lucir sus habilidades, pese a los kilos de más. Mínguez, otro peón de brega, suplió bien al reservado Quique Setién.

El Atlético, en bastantes momentos, encantó con un juego rápido, al primer toque y al hombre siempre colocado, con la máxima de que debe correr más el balón, si existe orden. Ayer le costó abrir huecos, como sucede a todos los equipos en casa, pero esta temporada no parece que pasará tantos apuros como la anterior. Puede abrumar.

Y con ejemplares en defensa como Tomás, una sombra que aburre al delantero de más hechuras, sólo deberá cuidarse de las ausencias de Ruiz. Julio Prieto, el nuevo Votava, será el lateral sobrante para ayudar al medio campo ante los dos delanteros casi habituales del fútbol actual. Incluso en eso ha tenido tacto Luis para no desaprovechar un hombre útil.

El entrenador rojiblanco ha trabajado con mimbres modestos teóricamente, pero ha demostrado que el bloque y la forma de jugar general es lo que hace a un equipo temible. Las incorporaciones, hechas con gran sentido, han acabado de ensamblar un conjunto evidentemente mejorado sin Hugo Sánchez. Si en casa ya ha dado sensación de potencia, fuera no necesitará demasiado para confirmarlo. El cuadro rojiblanco es una olla a presión que quema encima y desgarra al contraataque.