La polémica entre Bandrés y Arzallus, eje del debate político en Euskadi
La respuesta ofrecida ayer por el dirigente del Partido Nacionalista Vasco (PNV) Xabier Arzallus a las acusaciones del diputado José María Bandrés -según las cuales el primero alentó en 1981 a ETApm a romper la tregua iniciada poco antes- ha relanzado la polémica en Euskadi, donde la cuestión se ha convertido en el eje del debate político. Arzallus niega que sugiriera o incitara a los polimilis a volver a las armas, mientras que Euskadiko Ezkerra (EE) insiste en las acusaciones formuladas por su presidente.
Arzallus manifestaba ayer, en el artículo de respuesta a las acusaciones de Bandrés, que la exposición que hizo en las reuniones con los polimilis sobre la situación política de España y de Euskadi era idéntica a la que por entonces sostenía públicamente su partido.Xabier Arzallus precisa a través de Deia que las reuniones con los polimilis se celebraron a iniciativa de estos últimos y proporciona los nombres de los asistentes a las mismas, si bien habla de una tercera reunión, nunca mencionada antes, en la que participaron Josu Abrisketa -hoy dirigente de los octavos, confinado en Cuba- y un tal Astorkiza, actualmente miembro de ETAm. El artículo de ayer, de igual forma que los pronunciamientos de varios ex polimilis habidos estos días, no permiten precisar en cuál de las reuniones se produjeron, y en qué términos, las manifestaciones de Arzallus que han dado origen a la polémica.
El ex presidente del PNV recuerda en su artículo que los polimilis les plantearon la necesidad de que el PNV diera un mayor protagonismo a Euskadiko Ezkerra (quizás bajo la fórmula de un Gobierno de coalición). "Les respondimos que era imposible gobernar conjuntamente con un partido que tenía tras de sí a una organización armada". Arzallus adelanta que puede haber polémica para largo y que se reserva cartas para la siguiente ronda. Y advierte: "Si Bandrés sigue jugando con el me dijeron que dijo, tendremos que bajar a ese terreno, donde lo más gordo queda por decir".
En este ambiente, el guardia civil José Santos García, de 20 años, resultó ayer herido al ser alcanzado por dos disparos de arma de fuego en una pierna y un hombro en el ametrallamiento del cuartel de la Guardia Civil de Munguía (Vizcaya).
Páginas 9 y 10
Editorial en la página 6
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