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Las empresas asumen más protagonismo en la economía soviética

Pilar Bonet

En este mes se ha dado a conocer en la URSS un conjunto de medidas que entrarán en vigor en 1986 con la idea de aumentar derechos y responsabilidades a las empresas. Éstas podrán guardar las cantidades no gastadas y decidir libremente -la dirección de la empresa, se entiende- sobre inversiones de hasta cuatro millones de rublos (aproximadamente, 842 millones de pesetas) en la industria pesada y 2,5 millones de rubios (unos 526 millones de pesetas) en la industria ligera, correspondiendo a los respectivos ministerios decidir sobre inversiones superiores. La calidad de lo producido y el retraso o puntualidad en las entregas repercutirán directamente sobre los trabajadores vía primas o descuentos del fondo de estímulo al trabajo.

Las empresas podrán también utilizar las divisas que ganen en ventas en el extranjero. La forma de esta utilización no ha sido especificada con detalle, pero hasta ahora si una empresa vendía al extranjero, el ministerio correspondiente le entregaba una cierta cantidad en rubios que no siempre se correspondía con el porcentaje al que tenía derecho, según disposiciones en gran parte relegadas.Dos grandes empresas, la Zhiguli de Toggliati y otra de maquinaria en Sumi, han comenzado a poner en marcha un nivel más avanzado de autogestión financiera de acuerdo con las nuevas medidas. La Zhiguli puede guardar un 47,5% de las ganancias de su venta de coches. La ruptura con el sistema ministerial, sin embargo, no se ha verificado del todo. El ministerio, sigue planificando 76 índices distintos a la empresa de Sumi y la dirección no puede cambiar sin permiso una fresadora de 21 años de antigüedad que molesta para instalar miaquinaria más moderna.

Cálculos teóricos

La economía planificada soviética sustituye la relación oferta-demanda regulada por el mercado por un complejo sistema de cálculos teóricos en el que entran un total de 24 millones de índices (24 millones sic). Éstos son un conjunto heterogéneo que puede expresarse en dinero, metros de tela, número de huevos, metros cuadrados construidos u obras editadas. Una de las claves del experimento económico a gran escala emprendido en la industria en tiempos de Andropov era reducir el número de índices obligatorios para las empresas. El experimento se extenderá a toda la industria de la URSS a partir de 1987, pero los índices siguen interfiriendo.Voces que se expresan estos días en el debate económico publicado en la Prensa recuerdan la reforma económica emprendida en los años sesenta en tiempos de Kosiguin. En un artículo titulado Reconstrucción, la revista, Izvestia señalaba que la discusión del sistema de índices desde arriba se remonta a principios de los años sesenta. "Un cuarto de siglo es suficiente para ponerlos en duda".

Fue precisamente la época 1966-1970, cuando la productividad del trabajo no estuvo bloqueada, la que dio el índice más alto de productividad laboral, señalaba el comentarista. Precisamente, el yerno, del Kosiguin, German Guichian, de 57 años, ha sido nombrado vicepresidente adjunto del Gosplan. Guichian ha sido durante 20 años vicepresidente del Comité de Ciencia y Técnica de la URSS. El nombramiento se considera como un signo del papel prioritario que se va a dar al desarrollo tecnológico en el marco de la planificación estatal.

En mayo pasado Gorbachov dijo en Leningrado que la productividad laboral debe crecer de un 6% a un 8% anual si se quiere impulsar la economía. En julio han salido los datos estadísticos del primer semestre de 1985. La productividad en la industria aumentó un 2,6%; en la construcción lo hizo un 1 % y en el transporte por ferrocarril disminuyó 0,6%.

El sistema económico existente, señalaba un artículo firmado por Otto Lazis en Izvestia, "no da posibilidad de determinar las necesidades reales ni de unir de forma segura el consumo con el suministro. ( ... ) Este sistema no es una barrera contra los déficit, sino su principal causa".

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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