La huelga de la BBC
Todo parece indicar, el indiscutible éxito de la huelga de 24 horas 6-8-85 sostenida por los periodistas de los medios audiovisuales ingleses en particular los de la cadena estatal BBC, contra la censura (prohibición) de la emisión del programa In the edge of the Union (En el filo de la Unión), por parte del Gobierno reaccionario de Margaret Thatcher.El contenido consiste en una entrevista al dirigente del Sinn Fein, brazo político del IRA McGuinness y el ultraderechista protestante Gregory Campbell, explicando desde sus respectivos y opuestos puntos de vista la realidad política de Irlanda y sus respectivas alternativas políticas para una solución al conflicto histórico, que no es otro que la opresión colonial de Irlanda por el imperio inglés, durante siglos.
Es fundamental analizar el significado de esta acción y sus repercusiones a corto y largo plazo. Su significado no es otro que una demostración del elevado grado de conciencia de los periodistas ingleses en relación a la defensa de la libertad de expresión e independencia de la información, que a pesar de.su contundente reacción se pone en contradicción con su pasividad y en ocasiones complicidad, respecto a la censura y desinformación sobre conflictos obreros, en particular el más largo y combativo de la historia de Inglaterra, me refiero a la huelga de los mineros ingleses.
Por supuesto , esto no disminuye lo positivo de esta huelga, al contrario, pienso que a corto plazo debería ser un elemento para que los periodistas ingleses en un futuro realicen acciones de este tipo contra la censura sobre otros temas, en particular los conflictos obreros y de los mineros.
A largo plazo, las repercusiones van a ser desastrosas para el Gobierno de Thatcher, que después de más de un año de "batalla de los mineros" en defensa de los pozos y esta huelga de los informadores de la BBC, no le va a tocar otro camino que dimitir si es que no lo derriban los mineros, que aún no se han rendido.
La huelga ha sido toda una bofetada a sus colegas en España que en su día fueron incapaces de reaccionar ante el procesamiento, exilio y encarcelamiento del periodista Xavier Vinader.
Producto de esta inercia es la Ley de Defensa de la Democracia, que es un regresivo contra la libertad de expresión e independencia informativa. Los colegas ingleses han dado una buena lección a los periodistas de aquí, que la quieran aprender, pero para responder así es necesario organizarse en un sindicato de clase-
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