Lo real

Existen distintos modos de leer y de relacionarse con el periódico. Uno es el que ejemplariza ese señor con bañador, acomodado en una silla plegable y bajo el toldo. Posee el resplandor del mar delante y un indeterminado sopor apoyado en el cogote. De vez en vez suspende la lectura y, con la misma indolencia, esparce la mirada por el frente. No parece que esa pausa venga a ser una reflexión ni tampoco que esa blanda inspección ocular sobre el paisaje le provea de alguna experiencia nueva.Contemplado atentamente, este prototipo de lector de diarios no muestra reacción alguna; es un ser impasible. Pero ello no implica, de todos modos, que no observe o no lea. La mayoría de las personas civilizadas no manifiestan grandes signos de contento o repugnancia cuando leen el periódico. Incluso a solas es frecuente que los lectores hagan del sentido de sus lecturas. un acopio íntimo y presenten, tras cerrar las páginas, un rostro ilegible; consecuencia de que lo que se conoce leyendo llega siempre a través de un proceso de desciframiento personal y, en verdad, intransferible.

Este hombre bajo el toldo de la playa, con los pelos del esternón enmarañados, lee las muertes en Chile o en Suráfrica, la pacata aventura de Martín con los Nets, el SIDA, el incendio forestal del día o el Teresa Herrera con el mismo grado de aplicación con que dispone el corazón hacia el monótono compás de la bahía.

Con demasiada frecuencia, en las redacciones de los periódicos se asume la creencia de que el lector es un ser excitable, ávido de noticias sobre la actualidad. Una suerte de amante ayuno al que le hubiéramos descubierto los secretos registros del sexo y nos esperara con codicia. Eso hace trabajar muchas horas y a veces con esperanza.

El tipo del bañador posee, sin embargo, la réplica. Este lector, de antemano, lo conoce todo, lo ha actualizado todo. Ha venido a la playa, atestada de farnilias, hasta duplicar su propia realidad. Es esto una saturación sin poros. Si lee el periódico y patina desde Suráfrica a Disneyworld, desde el SIDA hasta el Azor, es ante todo para apartarse de ella.