Creada la Unión Latinoamericana y del Caribe de Radiodifusión

Las radios y televisiones de América Latina y el Caribe han decidido formar un bloque para la defensa conjunta de una identidad cultural amenazada por la omnipresencia de los programas importados, especialmente de Estados Unidos. Para esto, los representantes de las radios y televisiones de servicio público de la región, gubernamentales y privadas, crearon en julio pasado, en San José de Costa Rica, la Unión Latinoamericana y del Caribe de Radiodifusión (Ulcra), cuya misión principal, según el presidente costarricense, Luis Alberto Monge, será "reforzar la identidad y luchar por la integración cordial de los pueblos de nuestra América".La situación de dependencia cultural es notable a nivel de las 640 cadenas de televisión implantadas en la región y se ilustra con una simple cifra: importan el 46% de sus Programas esencialmente de Estados Unidos, a excepción de algunas telenovelas.

En la práctica esto significa que los telespectadores latinoamericanos y caribeños reciben muy escasos programas europeos, ignoran totalmente la producción africana, asiática o canadiense, como si el continente se detuviera al norte de Estados Unidos.

La nueva organización pretende promover la cooperación regional y los intercambios con las instituciones de la misma naturaleza de otras partes del mundo, establecer en su lugar un sistema permanente de consulta y cooperación para intentar hablar con una misma voz en los foros internacionales frente a terceros países y velar por la protección de los intereses de sus miembros.

La Ulcra deberá ser "un mecanismo autóctono y autónomo al servicio exclusivo de los intereses de América Latina y del Caribe" y jugará "en el diálogo electrónico de las grandes culturas" el papel de "contrapartida eficaz a la carencia que persiste en los pueblos de América Latina", según definió su secretario general, Armando Vargas, ministro costarricense de la Información.

El presidente costarricense subrayó que "el continente sufre una indigestión de manifiestos grandilocuentes, de proclamaciones románticas y de instituciones cansadas y tiene la necesidad de mecanismos ágiles, de organismos viables y acciones pragmáticas".